Hace ya algunos años, me di cuenta de que, en general, la gente no es de ninguna manera: es de un modo u otro con una u otra gente. No es que uno cambie, sino que su comportamiento es distinto según quién sea la persona con la que está tratando, y así, a veces, la combinación de forma de ser y de comportarse es idónea, y en otras ocasiones, simplemente desastrosa. Pues bien, hay gente capaz de sacar sólo lo peor de otras personas.
Uno puede tener una parte buena, otra regular y otra mala. Pues bien, hay gente cuya actitud sólo permite a los demás mostrar la peor de sus caras. Nunca genera una combinación que favorezca algo que no sean conflictos, problemas, discusiones...
Por suerte, en el otro lado tenemos a la gente capaz de todo lo contrario. La que nos hace mejores, porque estando con ella desarrollamos nuestra mejor faceta y arrinconamos la peor.
Sería curioso observar cómo se interactúa con una persona de cada tipo a la vez. Una que te saca lo peor y otra que te saca lo mejor. No tengo claro de qué dependería que nos venciese la ira o el amor, pero es posible que de lo que predominase en ese momento en la actitud de esas dos personas, o de qué fuera más poderoso, el odio por una o el cariño por la otra.
Al menos de momento yo quiero comprobarlo.