"No le odio. Le quise hasta que supe cómo hacer que me diera igual [...]. Si no esperas que te llame por tu cumpleaños ni verle en varios meses, no te decepcionas. ¿Quieres que nos reconciliemos? ¿Que nos tomemos unas cervezas y nos abracemos? Ya le he dado bastantes abrazos y ya me ha decepcionado bastante".
Robert Chase, House M.D.