domingo, 14 de febrero de 2010

La máxima frustración

Es una gran putada que la vida sea tan corta para algunos. Y encima que sea otro o que seas tú el que sufrirá o el que apenas pasará de la veintena es más azaroso que cualquier otra cosa.

Tú vives. Él muere. Esas cosas te hacen pensar si acaso vale más tu vida que la de esos otros, porque de hecho posiblemente no. Tal vez ellos la disfrutasen más y mejor que tú. Seguro que hubiesen aprovechado las oportunidades que tú dejas escapar, y sin embargo a ellos se las quitan y las dejan en tus manos.

Es injusto, igual que las enfermedades lo suelen ser, y lo peor de todo y lo más frustrante es que esas injusticias son imposibles de combatir. Odio cuando no se puede hacer nada, porque ni siquiera te dejan luchar o rendirte. Más bien te obligan a perder, quieras o no quieras, te esfuerces o no lo hagas. Y creo que la que siento al ver como a alguien le niegan incluso esa decisión es la máxima frustración que he sentido jamás.