domingo, 18 de octubre de 2009

Personalizar tus cosas

Hay gente que detesta los adornos. Yo no es que utilice demasiados, pero sí que me gusta hacer uso de algunos de ellos.

Las cosas, de serie, son todas iguales. De uno depende ponerles algún toque personal, y a mí eso me encanta. Sin recargar nada, ya que eso personalmente me empalaga un poco, me gusta que todo tenga algo de mí, y también me gusta cuando veo algo de otra persona con su propio toque personal.

Al personalizar las cosas las hacemos un poco más nuestras. Es como si hablasen de nosotros. Aunque suene estúpido puede ser así. Si adorno el monitor con un peluche o un adhesivo, si en el teléfono tengo una oveja negra, si en mis manos hay ciertos anillos y en una determinada posición... Todo eso es por algo. No es fácil adivinarlo, pero sí es entretenido intentarlo. Cuánto más descubrirlo.

Aun cuando la gente no personaliza las cosas que tiene, ese hecho nos dice algo de ella. Ni mucho menos quiero decir que todo eso nos cuente cómo es una persona, pero sí son detalles que nos pueden ayudar a completar el puzzle que son los otros. Son pistas que hacen más amena la partida. Y a mí me encanta jugar.