viernes, 24 de octubre de 2008

Challenges

Cuando me preguntan cuáles conseguí siempre pienso que ninguno. Entiendo que un reto es algo complicado que consigues después de pasar muchas dificultades, algo que cuesta un mundo alcanzar, y si miro hacia atrás, creo que nunca hice ningún sacrificio por nada. Y recalco que "nada" no es "nadie", pero es que para mí, cuando das algo por alguien no llega a ser un sacrificio, por mal que lo pases, porque de algún modo te sientes bien sintiéndote mal por otra persona que crees que vale la pena. Cosas mías. Me refiero, por tanto, a logros más del tipo profesional.

Para muchos puede ser una gran ventaja no haber tenido nunca que esforzarse para conseguir lo que se quería, pero yo no lo veo así. Sé que no me faltan ambición, inteligencia, habilidades... pero carezco de algo mucho más importante que todo eso: fuerza de voluntad. Y es que el problema de no haber tenido nunca que hacer uso de ella es que la que podría haberse desarrollado en mí nunca lo hizo.

Una vez alguien dijo que "una sola gota, obstinada, puede perforar una piedra". Y qué cierto es... y qué frustrante saber qué le falta a uno y no saber de qué forma conseguirlo. O si lo vas a lograr algún día.

Ahora tengo un gran reto por delante. Y si finalmente lo llamo así es porque creo que no lo conseguiré en la vida. Si todo sale como espero, podré "sobrevivir" sin ello... pero me gustaría luchar, conseguir algo casi imposible gracias a mi esfuerzo.

A veces pienso que, si no puedo hacerlo por mí, debería poder hacerlo por otros. Hay gente que, precisamente por haber conseguido otras cosas sin apenas esfuerzo, cree que podré conseguir esto también, porque al no entender del tema no saben realmente lo difícil que es. No tienen ni idea de que, detrás de la seguridad que a veces aparento, asoma una duda casi tan grande como ese reto al que tengo que hacer frente: ¿soy realmente capaz de conseguirlo? En algún sitio debe estar el tope. Uno no puede con todo, y me pregunto si yo sólo voy a llegar hasta donde estoy. Espero que no, y también no defraudar a toda esa gente... pero me temo que esta vez no las tengo todas conmigo.

En estos momentos, aquella frase salta inevitablemente a mi cabeza: "mientras estés vivo puedes seguir luchando". Viva estoy. Ahora toca aprender a luchar.