sábado, 18 de abril de 2009

Líderes

Hay quien defiende alegremente la anarquía, seguramente porque nunca ha vivido en ella. Aunque a veces no estemos de acuerdo con los líderes o sus normas, la mayoría de las veces suelen ser necesarios, porque establecen un orden que hace más fáciles las cosas. Si nos dejásemos llevar por el egoísmo que casi siempre prevalece en los seres humanos todo sería un caos, ya que, si aun con leyes y regulaciones todo el mundo tiende a mirar hacia sí mismo y eso crea problemas, no es difícil imaginar qué sucedería si pudiesen hacerlo siempre.

Claro está que lo ideal es que cualquier líder o cualquier norma sea antes consensuada, a ser posible, pero sucede que a veces no hay tiempo para eso y una determinada situación requiere de una actuación inmediata. Ahí es, normalmente, cuando uno se suele dar cuenta de si hizo bien o no eligiendo el líder que escogió... Aunque antes de juzgarlos, dicho sea de paso, no estaría mal recordar que un líder es, también, una persona.

¿Política? Ah... pues yo no estaba pensando en ella, aunque también se le puede aplicar, o al menos en parte.