viernes, 8 de enero de 2010

No quiero ser inmortal

Lo bueno de los años es que todo el mundo los cumple. Y no, no lo digo por el consuelo de tontos, si es que hacerse mayor lo consideramos un mal (ciertamente lo es, pero sólo en unos cuantos aspectos y no en otros). Lo digo porque la gente a la que conocemos nos acompaña de ese modo a lo largo de la vida. Los que son mayores que uno siempre lo son, y los que son más jóvenes lo mismo. Es una de las cosas por las que no creo que fuese tan divertido eso de ser inmortal.

Creo que sería algo así como estar en una estación y ver que todo aquel al que quieres sube en un tren mientras tú les despides desde el andén, sin poder subir con ellos y viendo repetirse continuamente esa misma escena, como se repiten a propósito las que a uno le gustan más pero con esa salvedad: dudo que nadie gustase de vivir continuamente eso.