domingo, 28 de marzo de 2010

Music is magic

En la película que cada uno protagoniza sobre sí mismo aparecen de vez en cuando unas cuantas canciones, como si de una banda sonora se tratase. Ya de por sí, lo que oímos en una época en concreto luego nos la va a recordar durante el resto de nuestras vidas, pero además hay algunas canciones que parecen colocadas a propósito en algunos momentos. Y no, no hablo de un delirio referencial.

¿Quién no ha tenido alguna vez ese sentimiento de importancia al entrar en un lugar al son de una melodía que parecía estar siendo tocada para guiarle los pasos a uno? Yo la he tenido y me encanta. O, a veces, andando sola por la calle con los cascos puestos, me ha costado conseguir que mis piernas no empezasen a moverse al ritmo de aquello que escuchaba, como si estuviese en un musical en el que se espera de mí que actúe y baile mientras hago cualquier cosa cotidiana.

No hay voces, aunque los demás hablen. Sólo hay música. Tal vez sea esa la magia del momento, porque como cantaban en aquella serie de los ochenta, "music is magic". Y algo de eso debe de tener, porque yo conozco a gente con gustos musicales muy diversos... pero aún no conocí a nadie a quien no le gustase la música.