Cuando estás bastante tiempo sin tratar con gente más joven que tú, piensas en los de su edad como en ti a sus años. Haciéndolo de esa manera, siempre da la sensación de que ese grupo de edad sea más inmaduro de lo que realmente es. Luego hablas con ellos y te sorprendes de que sean más personas de lo que creías.
Me parece que eso ocurre justamente por compararlos con uno mismo a su edad. No es que cuando tuvieras esos años tú fueses más inmaduro que ellos, sino que lo eras mucho más que en el momento actual. Así, en comparación, te parece que si eras un crío, lo han de ser ellos también, pero realmente no era así, o no tenía por qué. Eras más consciente del mundo de lo que recuerdas, solo que ahora lo eres más. Te importaban más cosas de las que crees, aunque ahora te importen otras, y las que aún te importen de antes te importen menos o más.
Al final, de todos modos, siempre hay diferencias generacionales entre tú y los que son más jóvenes que tú, pero no tienen por qué ser insalvables. Una vez recuerdas que tú también estuviste en su lugar, o en uno parecido al que ahora ocupan ellos, es más fácil entenderles. Y cuando te acuerdas de todos los errores que fuiste cometiendo, también te cuesta menos perdonar los suyos.