jueves, 1 de enero de 2009

Todo

¿Alguna vez has tenido todo lo que habrías podido pedir? Yo sí. Pero cuando ya lo tienes te das cuenta de que hay matices que podrían ser distintos, y, seguramente, si lo fuesen también lo pensarías.

No sé si no existe esa plenitud total o si es sólo que yo no la conozco, pero desde luego que no puedo quejarme porque, algún día, la tuve muy cerca. Y claro, es por eso que sé que puedo volverla a tener, y no me importa esperar.

Aunque parezca estúpido es como cuando cogí más peso del que debía. Siempre oí en mi familia decir a las mujeres que a mi edad estaban delgadas pero poco después empezaron a engordar y aquello ya no tuvo remedio. Así que me dio un poco de pánico y empecé a pensar que estaba atrapada en un cuerpo obeso. No, no es que tenga nada de malo ni que sea tan horrible... pero cuando has estado siempre en tu peso choca bastante. En fin, que pensé que no quería ser una más de esa lista y me propuse cambiarlo... hasta que lo conseguí. Y de buenas maneras, nada de tonterías. Desde ese momento, cuando cojo algo de peso no me inquieto: sé que puedo perderlo.

Pues en realidad es lo mismo, aunque esto es algo más complicado que quitarse unos kilos de más. Dicen que ver es creer... pues es algo así. Sé que es posible, sé que existe... y si la primera vez nada me frenó, aun a expensas de no conseguirlo, ahora que lo sé de primera mano porque lo he vivido no pienso parar.

Todo... Es lo que tú quieras que sea. Incluso lo que no controlas... puedes dominarlo si te lo propones, porque sólo depende de ti cómo te lo tomes.