He llegado a soñar hasta que abrazaba a un dibujo animado. Los sueños son así de caprichosos, y no te dejan elegir nada a ti. Muchas otras veces he soñado con gente de carne y hueso. Gente de hace mucho tiempo. Niños que estaban en mi clase y que en mis sueños siguen siendo eternamente eso, niños. O amigas que hace años dejaron de serlo. Antiguos amores que ya he olvidado. Me pregunto por qué a veces vuelven.
Sé que uno nunca se olvida de nada ni de nadie, o al menos no alguien como yo. También que a veces nos gusta engañarnos y decir que hemos superado cosas que aún nos duelen. Pero no, es que hasta con cosas o con gente que tienes claro que no echas de menos puedes soñar de pronto un día.
Me suelo preguntar si a toda esa gente le pasa lo mismo. Sé con quiénes sueño yo, pero ¿quién sueña conmigo? ¿Qué sensación le deja ese sueño cuando se despierta por la mañana? ¿Se da alguien cuenta de que le falto cuando me aparezco de improviso en su cabeza? Son las típicas cosas que me han pasado con otras personas pero que pienso que a nadie le deben pasar conmigo. ¿Se sienten ellos de la misma forma cuando en realidad yo sí que les sueño y sí que les recuerdo?
Supongo que son también las típicas cosas que nunca vamos a saber. Y a veces es mejor así... porque muchas veces soñamos con alguien mientras ese alguien está soñando con otro.