Creo que incluso si no crees en el destino, de vez en cuando él -si existe- o el puro azar te hacen cuestionarte si lo que crees es lo que es.
A veces la vida reúne a personas completamente dispares, y que vistas de cualquier otra manera nunca habrían parecido proclives a juntarse. Por eso uno acaba pensando que ha sido algo o alguien quien decidió buscar cualquier excusa para hacerlos encontrarse.
Igualmente, es imposible saber de qué forma llegan a tener lugar fenómenos como ése, si son destino o pura casualidad. Y en realidad tampoco es que importe tanto: a veces el porqué o el cómo son naderías si se comparan con el qué, que es lo realmente importante.