jueves, 30 de abril de 2009

Engaños

¿Hay mayor engaño que engañarse a uno mismo? Creo que no, y también que no es posible, al menos para cierto tipo de gente, engañarse durante mucho tiempo. Además... ¿de qué sirve? Se supone que uno quiere ser feliz, y nadie es feliz mintiéndose. No se puede llegar a ser feliz de esa manera, o yo soy incapaz de imaginar que haya cabida para la felicidad en ese contexto.

Para estar bien con uno mismo, hay que estar en consonancia con lo que uno desea. Pero con lo que uno desea de veras. Da igual si es más o menos posible, mientras sepas que está ahí y que es por eso por lo que te mueves. Si no es para ti, antes o después, cambiarán tus necesidades, pero lo primero para que eso ocurra es aceptarlas.

Cuesta. A veces es difícil asumir qué queremos, y más cuando sabemos que es imposible o nos lo parece... pero es que ignorándolo no va a desaparecer. Al contrario, va a crecer más y más en el espacio reducido al que le hemos relegado en nuestra conciencia y nos va a hacer cada vez más daño. Por eso es mejor dejarlo libre. Así, pase lo que pase, si finalmente tiene que irse, lo hará.