martes, 7 de abril de 2009

Perdón

Por alguna razón que a mí se me escapa, mucha gente piensa que pedir perdón les redime de cualquier culpa y, más aún, que una vez lo han hecho la conciencia que debe ponerse a trabajar es la de la persona que debe decidir si se lo concede o no, si opta por no perdonarles.

Desde luego, la paciencia humana parece no conocer límites. Uno, especialmente cuando es más joven, cree que jamás será capaz de perdonar según qué cosas a nadie y, una vez eso ocurre, se encuentra yendo en contra de sus propios pronósticos y dejando pasar algo que, en un principio, le parecía imperdonable.

Pero esto pasa hasta cierta edad y hasta cierto punto. Llega un momento en que no importan la paciencia ni la persona, o más bien llega una situación. Es mentira. No puede perdonarse todo, y es más, no debe perdonarse todo. ¿Cómo es alguien capaz siquiera de preguntar a unos padres si perdonarán algún día a quien asesinó a sus hijos? Para mí está clara la respuesta. Y más que clara, está justificada.

Hay quien dice que no se puede vivir con rencor... Es mentira. Eso también es mentira. Se puede y además es humano. El problema está en si dejas que te consuma, pero si eso no sucede no pasa nada. Es inevitable sentirlo. Lo que podemos controlar más es no provocarlo, pero eso parece que a muchos no les preocupa lo más mínimo, porque creen que luego podrán arreglar cualquier cosa con un "lo siento".