No entiendo a la gente que quiere que se lo den todo hecho, con lo bonito que es construir... También cuesta más y es mucho más duro. Ya sólo el tiempo que se puede invertir en ello se convierte a veces en un yugo para quien lo está arriesgando, pero es que las metas no son sólo metas. Las metas también son el camino que seguimos hasta ellas, y cuando lo hacemos nosotros aprendemos más y mejor. De la vida, del mismo sendero y de lo que nos espera al final del camino.
Pero es que cuando deseas mucho algo y lo consigues sin más es como si dejase de tener valor, porque hay cosas que, precisamente, son preciadas por prácticamente imposibles. O más que imposibles, difíciles... Porque hay muy pocas cosas que no se puedan conseguir, y la mayoría de las que creemos tan lejos están ahí porque las alejamos nosotros.
Quiero conseguir todas esas cosas que una vez me parecieron o incluso me parecen ahora inalcanzables. Quiero que sean mías y que salgan sólo de mí. No quiero ayudas, no quiero facilidades... Quiero hacerlo yo sola y poder estar orgullosa después... Y sí, después también será cuando las comparta.