jueves, 18 de junio de 2009

Rebobinando

Hay ciertas series o películas en las que no entiendes nada hasta que ves el final. Por eso luego tiene su gracia volverlas a ver e irte fijando en por qué pasaba cada cosa, en qué significaba todo eso que, en un principio, se te escapaba.

A veces eso también sucede en la vida real. No entiendes a alguien hasta que te escupe en la cara qué demonios era lo que le pasaba. Entonces empiezas a comprender por qué actuaba como lo hacía, o por qué te dijo ciertas cosas que tú no sabías a cuento de qué venían. La pena es que la vida no es una cinta que podamos pausar ni rebobinar para ver de nuevo. Hay muchas cosas, y demasiadas se nos escapan y ya no vuelven nunca.

Por eso me gustan los LOGs, los vídeos y las fotografías. Siempre reproducen algo que ya pasó. Leerlos o verlos nunca se nos antoja algo nuevo, porque son sólo el reflejo de algo que ya hemos vivido... pero al mirarlos podemos ver los detalles que cuando todo eso se estaba guardando no vimos. Algunas veces ya es demasiado tarde, pero otras estás aún a tiempo... A tiempo de tocarle a alguien en el hombro para que no se vaya, o de dejarlo ir y quedarte mirando cómo se aleja; para construir otro final o dejar el previsible que llevabas tiempo viendo venir.