lunes, 10 de agosto de 2009

Caprichos y lujos

En inglés hay un par de expresiones que significan casi lo mismo, excepto por un matiz. Un importante matiz. Si alguien dice, por ejemplo, 'I'm going to treat myself to chocolate', estás diciendo que te darás un capricho, pero uno pequeño y asequible, como un trozo de chocolate. Si dices, sin embargo, 'I'm going to splash out on a gold watch', estás diciendo que te darás un capricho también, pero te refieres a algo más caro... Digamos que una expresión habla de simples caprichos y la otra de permitirse el lujo de hacer o comprar algo.

La gente hace mucho tanto lo primero como lo segundo, pero el problema es que lo primero se lo puede permitir casi cualquiera (si hablamos del primer mundo, claro está) y lo segundo no tanta gente. Pero eso parece que a muchos les da igual. Compran ropa de marca, joyas, coches e incluso casas sin tener dinero, porque total, ya podrán irlo pagando en "cómodos" plazos o pedirle prestado a alguien...

No son pocos los que viven por encima de sus posibilidades, y después, apenas den un paso en falso, no sólo se quedarán sin aquello que tanto deseaban sino que perderán mucho más, como dinero, en el mejor de los casos, o un techo bajo el que vivir, en uno de los peores; y además luego se deprimirán.

Con lo fácil que es contentarse con lo primero... Con lo sencillo que es disfrutar de los pequeños placeres de la vida, día a día, y ser capaz de esperar pacientemente -o no tanto- a poder permitirse uno un poco mayor... Pero no, muchos están acostumbrados a tener siempre lo que quieren, o a gastar siempre todo lo que tengan y vivir al día. Allá cada cual, pero yo creo que así no se puede vivir... porque la vida le puede cambiar a uno en un segundo, y hay que tener un poco más de cautela.