lunes, 3 de agosto de 2009

Control estimular

Hay una técnica bastante utilizada en psicología que bien podría casar con ese dicho popular que dice "quien evita la tentación, evita el pecado". Esa técnica es el control estimular.

El control estimular, como bien dice aquel dicho, consiste en organizar el medio de tal modo que no tengamos a mano aquellas cosas de las que nos queremos mantener alejados. Por ejemplo, algo que mucha gente hace sin tener ni siquiera idea de psicología ni de que esta técnica existe es no comprar dulces para así no comerlos luego; aunque en ciertos casos la utilización del control estimular podría llegar a abarcar un poco más, pero no hay por qué extenderse.

Personalmente no me gusta el control estimular. O bueno, por otro lado, en realidad sí me gusta. Me gusta porque funciona, sí, y la verdad es que cuando se hace todo bien resulta bastante eficaz (siempre apoyándose en algún tipo de tratamiento o éste en ella, según el caso...), pero la detesto porque no es la técnica que me gustaría emplear conmigo misma. Me explico: a mí lo que me gustaría es que la gente fuese capaz de tener la tentación paseándosele por alrededor continuamente y no caer en ella. Digamos que lo que me gusta es una mezcla de autocontrol, madurez, sangre fría...

El problema -o no- es que con el tiempo me he dado cuenta de que lo que más me gusta o más me funciona a mí no tiene por qué ser lo que más gusta o funciona a otros. Aunque para mí misma utilizase otros métodos, entiendo que el control estimular puede ser muy útil para gente que se siente incapaz de controlar sus tentaciones por sí misma, e incluso como una primera fase para después hacerse inmune a ellas, como a mí me gusta. Así que a veces hay que olvidarse de uno mismo y colocarse en el lugar del otro. Ni siquiera hay que pensar en qué es más eficaz para la ciencia, para nosotros o para la mayoría de la población: hay que pensar en qué es más eficaz para la persona que tenemos delante, aunque eso implique hacer cosas con las que nosotros mismos no nos convenceríamos.