miércoles, 30 de septiembre de 2009

Semillas

Muchas veces, en un libro, te sueltan algo, un pequeño detalle, como una pequeña semilla, a la que tu apenas haces caso. Te llegas a olvidar de que apareció, hasta que uns cuantas -o muchas- páginas más adelante te encuentras con todo lo que germinó de aquello que al principio parecía carecer de importancia. En la vida eso pasa, y casi con la misma frecuencia que en los libros.

Pero en la vida el suelo está lleno de semillas, y uno nunca sabe de cuál debería esperar algo. Pues bien, como en los libros, en eso consiste parte de la magia, en caminar ajeno a todas ellas y que, cuando menos te lo esperes, alguna te sorprenda volviendo a tu camino.