Al final acabaré pensando que la gente está toda loca. Vale que cada cual interpreta y entiende el mundo, y todo lo que hay en él, a su manera, pero es que, o yo tengo mala suerte y me encuentro con todos los locos, o al mundo se le empieza a ir la cabeza.
Cuando uno se encuentra en esa situación, la de estar casi solo (sí, recalco el casi) ante el mundo, empieza a cuestionarse si no es él quien ha perdido el norte... pero es que sé "tanto" de eso, de locura, y tantísimo que no encajo con eso que veo en mis libros (y otros sí...), que me parece que son los demás.
Tal vez mi interés casi forzado por la disciplina a la que ahora me debo no haya sido sino un regalo divino... Un arma caída del cielo para hacer frente a lo que se me venía encima. Supongo que falta que aprenda a usarla y la llegue a dominar... pero no sé si para ese entonces no habré resuelto todos los conflictos que esa falta de cordura generalizada me provoca continuamente un poco más... a mí manera.
Sí... En parte tenía razón. Pero sólo en parte.