Me gustan. No las vísceras sangrientas, que en según qué contextos podrían no desagradarme tampoco, sino las entrañas de cada historia que es capaz de atraparme.
Cuando algo te llama la atención, acabas queriendo cada vez un poco más. Ese poco más no es sino un episodio más de la vida de aquello que te interesa: un capítulo más de una serie que te encanta, una página más en un libro que no quieres que se acabe, una escena más en una película interesante... o un dato más sobre alguien que te gusta.
Todo eso me encanta, y también cuando vas encajándolo todo como si de un puzzle se tratase y te vas dando cuenta de cómo algo que antes no entendías bien ahora va tomando forma, adquiriendo sentido. Te da hasta la impresión de que todo debió haberte parecido obvio desde el primer momento, pero la realidad es que ni llegaste a sospechar cuáles eran ni cómo las tripas de todo ese asunto que ahora aparece ante ti tan claro.
Creo que lo más complejo es crear tú eso, pero como además de difícil lo encuentro atractivo, puede ser que lo pruebe algún día.