jueves, 4 de febrero de 2010

Desengaños

Cuando uno sufre el primer desamor lo pasa muy mal. Parece que el mundo se va a acabar, que no va a existir nadie más para nosotros que esa persona a la que tanto hemos querido, que la vida deja de tener sentido, que jamás vamos a superar aquello... Pero en realidad, luego, nada de eso ocurre.

El mundo sigue, ajeno a nuestros desengaños o a nuestra tristeza. La vida sigue significando algo para nosotros, igual que lo hacía antes de conocer a... Con el tiempo lo superamos, e incluso conocemos a otra persona que nos hace recordar que ya olvidamos a la otra, porque empezamos a sentir por ella cosas que ni siquiera por aquélla llegamos a sentir.

Entonces llega un segundo desamor. Tal vez se piense que esta vez es diferente. Que éste "sí" era el amor de nuestra vida, y que todo eso que temimos inútilmente que nos sucediera con esa otra persona nos pasará ahora con ésta. Pero no. El mundo gira, la vida también, y vuelta a empezar. Es por eso que no entiendo a la gente que aun habiendo pasado varias veces por lo mismo, sigue creyendo que el mundo se acabará con cada desengaño que se lleve.

Querer y tener a alguien a nuestro lado es precioso, pero no es imprescindible. La vida no consiste sólo en enamorarse. El amor es muy importante, pero no se acaba en el amor romántico... Por eso el mundo continúa existiendo aun cuando nuestras relaciones se terminan.