Dicen que soñar es gratis, pero yo no estaría tan segura. Soñar durante mucho tiempo tiene un precio demasiado alto y no todo el mundo es capaz de pagarlo. Por eso mucha gente elige no hacerlo. No es fácil volver a la realidad después de pasar años soñándola tan distinta de como realmente es.
Así que unos, simplemente, continúan soñando durante el resto de sus vidas, aun a sabiendas de que las están construyendo sobre una base etérea. Otros, incapaces de vivir una mentira durante mucho más tiempo, y de llevar una vida que dista mucho de la que soñaban, terminan prefiriendo la muerte.
Supongo que, como muchas cosas en esta vida, lo ideal está en el término medio. Igual que no puede vivirse en el pasado no creo que se pueda en un sueño que nunca se acaba. Creo que es mejor trabajar para hacer que sueños y realidad se parezcan cada vez un poco más, hasta que soñar se vaya necesitando cada vez un poco menos... Y, claro está, para eso hace falta seguir haciéndolo, aunque sólo sea de vez en cuando, porque una vida completamente privada de sueños sería demasiado triste... y demasiado aburrida.