martes, 21 de julio de 2009

Ficción y realidad

Puede que muchas de las primeras grandes decepciones amorosas se deban a la imagen tan falsa del amor, de las relaciones y de las personas que se da en la televisión, los libros, los videojuegos o los mangas. ¿Cuántos personajes maravillosos he conocido? ¿Cuántas relaciones y situaciones de ensueño he envidiado? ¿Y cuántas personas que me hayan llamado la atención e historias que me hayan atrapado he visto en la realidad o he vivido yo misma? La balanza se inclina seriamente hacia el lado de lo que no es de verdad.

No les culpo. No culpo a los guionistas, dibujantes, etcétera que contribuyen a crear toda esa fantasía. Para ver la cruda realidad ya tengo una ventana en mi habitación. Cuando uno se pone a ver una serie o a leer algo no siempre quiere ver historias cotidianas o realistas. A veces está bien ver que la mente humana da para crear cosas o pensar en gente que normalmente no nos encontramos, porque eso nos da la esperanza para creer que puede, algún día o en algún momento, ser real algo similar.

No conocí a mucha gente que me haya llamado la atención realmente... Pero sí a unos pocos. No viví mil aventuras... Pero sí alguna que otra. Mantendré la esperanza... Y de mientras, me deleitaré con todo lo que los demás han soñado alguna vez que existiese. Me gusta. Yo también quiero soñar.