Al empezar a vivir, son muchos los que piensan que lo normal es tener lo que tienen ellos: juventud. Pero en realidad, y teniendo la suerte suficiente, una persona pasa mucho más tiempo siendo viejo que joven.
A veces veo personajes que me han acompañado a lo largo de mi vida y me doy cuenta de que, ya cuando aparecieron en ella por primera vez, eran viejos. Llevan toda mi vida siendo viejos, y seguramente muchos sobrevivan para ver cómo yo misma me hago mayor.
No deja de ser curioso, porque ser joven es muy sencillo, pero envejecer no lo es tanto. Cuando uno empieza a hacerlo lleva siendo joven desde siempre, y es impactante observar la forma en que la lozanía nos va abandonando. Tampoco es que sea traumático, pero si bien uno nace sabiendo ser joven, no sucede lo mismo con lo otro, aunque creo que conforme van pasando los años, uno va asumiendo que su edad cada vez avanza más y más deprisa, y no son pocos los que aceptan de buen grado la transacción que hacen entre juventud y experiencia.
Supongo que no hay que tenerle miedo a hacerse viejo. En todo caso a hacerse viejo y no haber aprendido nada o no lo suficiente.