viernes, 31 de diciembre de 2010

Ocho años

Al final, ocho años de espera van a tener su recompensa. A veces los deseos se cumplen, lo que pasa es que una nunca sabe cuándo va a ocurrir, ni si no será más rápida la parca que su voluntad.

sábado, 27 de noviembre de 2010

La maldición

La gente suele definir la empatía como la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Desde luego, hay gente más y menos empática, pero la mayoría de las veces, la mayoría de la gente, es incapaz de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona. Y no es porque no lo intenten, porque en realidad intentarlo no es tan complicado. Es porque rara vez puede uno alcanzar a imaginar el prisma desde el que los demás ven lo que les pasa, hasta que se ven ellos en esa misma situación.

Por suerte o por desgracia, según se mire, es raro que uno tenga la oportunidad de vivir lo que vive la demás gente. Es complicado desarrollar una empatía plena, por tanto, pero no para todo el mundo. Hay gente que parece estar maldita.

Sí, porque meterse continuamente en el pellejo de los demás es como una maldición. Te lleva a entender lo que no querías comprender, a juzgarte a ti mismo como el pésimo juez que fuiste alguna vez con otro. A darte cuenta de lo estúpido que llegas a ser cuando te crees con derecho a dictar sentencias sin saber realmente de qué va cada historia.

En teoría también podría decirse que tiene algo de bueno, pero la verdad es que, a veces, es más cómodo no entender nada que tener justificaciones para casi cualquier cosa. Comprender a la gente agota más que pelearse con ella. Por eso creo que la empatía está sobrevalorada. Para quien la experimenta demasiado acaba siendo sólo eso: una maldición.

Release me

Release me...
Release my body.
I know it's wrong...
So why am I with you now?
I say release me
'cause I'm not able to...
Convince myself
that I'm better off without you...

Yeah, it's perfectly clear
that it's not what you need.
I tell you that I don't care
but I don't want to...
Anything that you say
I hear myself agree,
and I don't recognize
what I've turned into...

I don't know why I want you so
'Cause I don't need the heart break
I don't know what love addictive hold
You have on me I can't shake
No, I'm not in control
So let me go

Release me...
Release my body.
I know it's wrong...
So why do I keep coming back?
I say release me
'cause I'm not able to...
Convince myself
that I'm better off without you...

I could sleep by myself
you would burn me alive.
Find me somebody else,
but I don't want to.
Try to leave out the love
that goes against the grain,
but I can rationalize it
if I have to...

I don't know why I want you so...
'Cause I don't need the heart break...
I don't know what addictive hold
you have on me I can't shake.
No, I'm not in control...
So let me go...

Release me...
Release my body.
I know it's wrong...
So why do I keep coming back?
I say release me
'cause I'm not able to...
Convince myself
that I'm better off without you...

I'm not in control, so let me go...

Release me...
Release my body.
I know it's wrong...
So why do I keep coming back?
I say release me
'cause I'm not able to...
Convince myself
that I'm better off without you...

Release me...
Release my body.
I know it's wrong...
So why do I keep coming back?
I say release me
'cause I'm not able to...
Convince myself
that I'm better off without you...

Agnes Carlsson, Release me

jueves, 14 de octubre de 2010

Una grata sensación

Es muy agradable lo que uno siente cuando es capaz de disfrutar de verdad con algo que otro crea. Pasa sobretodo con el arte: cualquiera de sus caras puede resultar realmente placentera.

Observar como lo que parecían unos torpes trazos azarosos sobre un papel se convierten en un precioso dibujo que representa algo que nos encanta. Ver unos dedos deslizarse sobre un piano y hacerle tocar una melodía que nos extasía. Leer el entramado de palabras que alguien una vez compuso para conformar una historia que nos hace vibrar. Escuchar cómo alguien modula su voz para deleitarnos con un canto que eriza el vello.

Es genial ser testigo de ello y sucumbir al placer que nos provoca. Pero es mejor aún cuando de repente recordamos que nosotros también somos capaces de aquello.

El anhelo de lo ajeno

Muchas veces la gente no sabe lo que dice cuando dice que envidia a otra persona. Parece que sólo se den cuenta de lo bueno que tienen los demás y a ellos les falta, y que no se paren a pensar en qué carencias tiene esa gente a la que tanto envidian.

Casi siempre, alguien envidiado a su vez envidia a otros por otras cosas. O por tener de otra manera lo que otros desean de ella pero a ella no le hace feliz.

Aún así, no creo que nadie disfrute siendo un envidioso. A veces es inevitable soñar con lo que tienen los demás, y en realidad eso no debería tener nada de malo. El problema está en que en la mayoría de las ocasiones la envidia no se aprovecha como una motivación para conseguir lo que se anhela. No se suele pensar que, si el otro consiguió algo, debe ser que se lo ganó, y que si uno se esfuerza lo tendrá también. Lo más común es pensar que la suerte es la culpable de nuestras miserias. Que la nuestra es mala y la del otro es buena.

Y quién sabe si no es así. Lo importante, no obstante, es no pensar demasiado en lo que nos falta ni en lo que otros tienen, sino en qué tenemos, y en qué más somos capaces de conseguir.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Humor e inteligencia

Hace poco oí a alguien decir que el humor es una forma de inteligencia. Yo disiento un poco.

El humor, como tantas otras cosas, tiene casi tantas formas como personas que pueden hacer uso de él. Y aunque es considerado por muchos una gran virtud, no todas sus caras a mí me lo parecen.

La gente se ríe mucho, pero eso no quiere decir que la gente se ría de cosas que yo considere graciosas, o de cosas de las que opine que es oportuno reírse. Por ejemplo, a mucha gente le gusta reírse de los demás, y yo a eso no le veo demasiada gracia.

También hay gente con un gran sentido del humor... pero que sólo crece hacia fuera. Reírse de las cosas de los demás parece ser muy sencillo, pero no lo es para todos reírse de lo que le pasa a uno. Tampoco me gusta la gente que se ríe de todo, excepto cuando ella está implicada.

Por tanto, sí que es posible que determinadas formas de humor estén relacionadas con la inteligencia, pero ni mucho menos todas, así que no veo acertada la generalización del comienzo de este texto. Y es que, encima, eso del humor es muy subjetivo.

La intención es lo que cuenta

La gente tiende a pensar que los actos de los demás han de ser juzgados de la misma manera, en función de aquello que se derive de ellos. Esto es, cree que, si la consecuencia de dos comportamientos es la misma, estos son de la misma gravedad. Pero se olvidan siempre de las intenciones.

A veces dos cosas acaban con el mismo resultado pero, quienes las hicieron, tenían unas expectativas diferentes de qué conseguirían con ello. Uno puede hacer mal adrede, o puede hacerlo sin querer. Son muchas las ocasiones en las que intentando hacer algo bien sólo empeoramos más las cosas. El resultado es igualmente nefasto, pero nuestra intención no era ésa precisamente.

Y dado que las intenciones que uno lleva nacen de su propia voluntad, creo que no es justo juzgar del mismo modo a personas que, aunque hayan obtenido iguales resultados, partieron de intenciones diferentes.

Aunque bien es cierto que nunca se pueden conocer a ciencia cierta las intenciones de los demás, y si ellos nos las cuentan no tenemos por qué creérnoslas, también lo es que en numerosas ocasiones somos capaces de intuirlas, cuando no descubrirlas sin que el otro se entere, por ejemplo sorprendiéndolo comentándolas con otros.

Así, al menos en según qué momentos, bien es cierta aquella frase que dice que la intención es lo que cuenta.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Exiliados en su isla

A veces hay quienes quieren dar espacio a otros porque piensan que lo necesitan. Da igual si ellos lo piden o no lo hacen. No importa quiénes se sientan incómodos, si los unos con los otros o los otros con los unos. El caso es que esas personas están tan convencidas de que sobran, que acaban alejando a los demás.

Así, esa gente no reclama ir a su isla privada en presencia de los demás, pero estos al final los exilian a ella. Encima, rara vez les dejan volver, con lo que finalmente se acostumbran a su isla y acaban aprendiendo a ser felices en el exilio.

Al final es como una profecía autocumplida. Los otros pensaban que ellos soñaban con su isla y que no les necesitaban, y al final con su comportamiento lo acabaron provocando. Los apartaron tan lejos que tuvieron que hacerse al lugar. No les quedó otra que olvidarse del mundo. Y ahora ese mundo les juzga por estar en el sitio en que él les colocó.

Triste y patético

Qué triste es, ¿no? La gente que construye su felicidad con los pedazos de la que a los demás se les rompe...

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La perfección no existe

Ya, bueno, eso dicen. En realidad lo que no existe es una que nos satisfaga a todos, pero a nivel individual sí que es posible encontrar algo perfecto. Perfecto para ti. Que sea lo que tú buscabas, lo que querías. Aquello con lo que siempre habías soñado. Pero la gente se obceca en soñar con una perfección que lo sea a ojos de todo el mundo, como si algo perfecto sólo lo pudiera ser si es admirado por todos. E incluso en el amor eso sucede.

Hay gente que elige a su pareja en función de lo que va a gustar a los demás. Debe ser perfecta, o por lo menos se lo debe parecer a todo el mundo, tal vez porque esa gente piense que, si los demás tienen una buena imagen de su pareja, la que tengan de ellos mejorará, al ser capaces de conseguir a alguien así. Pero creo que siendo de ese modo nunca se está contento.

La perfección consensuada por todo el mundo sí que no existe en absoluto. De eso sí que estoy convencida. Por tanto, es imposible que nadie guste a todo el mundo, y si eso pasa esa gente nunca estará contenta. Pasarán un montón de tiempo buscando la perfección para que, cuando piensen que por fin la han encontrado, alguien esté en desacuerdo con las cualidades de su pareja. Y a la mierda la perfección, otra vez a buscar.

Eso, aparte de ser estresante, debe ser muy triste. Y que alguien te vea perfecto más de lo mismo: si alguien no es capaz de verte defectos es porque es también incapaz de mirarte.

jueves, 26 de agosto de 2010

Map of the problematic

Fear...
and panic in the air...
I want to be free
from desolation and despair...
And I feel...
like everything I saw
is being swept away
when I refuse to let you go.
I can't get it right...
Get it right...
Since I met you.

Loneliness be over...
When will this loneliness be over?

Life...
will flash before my eyes...
So scattered and lost,
I want to touch the other side...
And no one...
thinks they are to blame...
Why can't we see...
When we bleed we bleed the same?
I can't get it right...
Get it right...
Since I met you.

Loneliness be over...
When will this
loneliness be over?
Loneliness be over...
When will this
loneliness be over?

Muse, Map of the problematic

Lo peor y lo mejor de ti

Hace ya algunos años, me di cuenta de que, en general, la gente no es de ninguna manera: es de un modo u otro con una u otra gente. No es que uno cambie, sino que su comportamiento es distinto según quién sea la persona con la que está tratando, y así, a veces, la combinación de forma de ser y de comportarse es idónea, y en otras ocasiones, simplemente desastrosa. Pues bien, hay gente capaz de sacar sólo lo peor de otras personas.

Uno puede tener una parte buena, otra regular y otra mala. Pues bien, hay gente cuya actitud sólo permite a los demás mostrar la peor de sus caras. Nunca genera una combinación que favorezca algo que no sean conflictos, problemas, discusiones...

Por suerte, en el otro lado tenemos a la gente capaz de todo lo contrario. La que nos hace mejores, porque estando con ella desarrollamos nuestra mejor faceta y arrinconamos la peor.

Sería curioso observar cómo se interactúa con una persona de cada tipo a la vez. Una que te saca lo peor y otra que te saca lo mejor. No tengo claro de qué dependería que nos venciese la ira o el amor, pero es posible que de lo que predominase en ese momento en la actitud de esas dos personas, o de qué fuera más poderoso, el odio por una o el cariño por la otra.

Al menos de momento yo quiero comprobarlo.

miércoles, 25 de agosto de 2010

De mi gran "amigo"...

"Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso".

Sigmund Freud

Ejemplo

Es increíble la cantidad de caras que puede tener una historia según quién la cuente y de qué manera. Ni siquiera hace falta mentir ni maquillar la verdad, sólo cambiar el prisma con el que se ven las cosas.

Un caos completo, un fracaso absoluto, una vergüenza para enterrar... todos convertidos en un ejemplo a seguir. Tus sobras a un mendigo lo alimentan. Tus limosnas, a él, lo hacen rico.

Cuando seamos mayores

Cuando eres pequeño hablas continuamente de todo lo que harás cuando seas mayor. En esa época, que parece interminable, vas acumulando tareas para ese momento, sin preocuparte demasiado todavía de si tendrás las capacidades necesarias para llevarlas a cabo.

Conforme van pasando los años y tú creces, te vas preguntando, poco a poco y al volver la vista hacia todo lo que ya has logrado, si acaso ya eres mayor. Si todo lo que tienes es poca cosa, si tendrías que tener mucho más, o si debes estar orgulloso de ti.

Normalmente nunca es suficiente, y uno se consuela pensando que tampoco es tan mayor. Que tal vez todo lo que aún le queda lo consiga en los años venideros. Pero pensando de ese modo nunca se termina de crecer. Por eso, de hecho, puede que nunca dejemos de hacerlo, puede que nunca seamos mayores. Y es así, o si no al menos hay que tratar de no ser nunca tan mayores como para dejar de perseguir sueños.

Una tarde cualquiera

Las delgadas líneas de cemento que separan las baldosas se van volviendo cada vez más anchas, hasta que el suelo, naranja, funde sus límites eternamente en el gris del material.

El bullicio de los niños se ha quedado al otro lado, incapaz de alcanzarnos en esa suerte de isla que contiene sólo nuestro banco, y el olor de los árboles se ha camuflado entre el que desprende tu ropa, que huele a limpio.

Mi mirada ya no llega hasta los letreros luminosos que se emborronan cuando los miran mis ojos miopes: se pierde en tu cuello. Mi mano en tu pelo y mis labios en tu barba de varios días que ya no raspa sino que está suave.

Pero el banco no flota, aunque yo lo sienta en el aire, con tus piernas enredadas en las mías. Ni el espacio se ha expandido para ofrecernos intimidad. Es que cuando estoy contigo ya sólo existes tú, hasta que el minutero del reloj me arrastra a la realidad de nuevo y arma otra vez el universo, que sigue donde se quedó antes de que lo parases para mí.

jueves, 19 de agosto de 2010

Dime con quién andas...

No suelo tener mucho que ver con la gente que conozco. Y es que se pueden compartir con los que nos rodean millones de cosas, montones de experiencias. Se les puede querer y ser feliz con ellos, pero no necesariamente tenemos que ser iguales.

Creo que a veces la gente confunde la compatibilidad con la igualdad. Quizás tu forma de ser te permita estar en armonía con otros que son de otro modo, pero no por ir con ellos tú eres de esa forma. Pero lo cierto es que, si te ven al lado de una persona, te tratan como a ella. Dan por hecho que te gusta lo que a ella le gusta, que te disgustan las mismas cosas, que te apetece hacer lo mismo, que tus intenciones son las suyas, que pensáis igual sobre todos los temas...

Es como si no estar solo te dejase sin personalidad. La gente se comporta contigo como si fueras otro sin pararse a comprobar cómo eres tú. Y te juzgan, te sentencian y te condenan. Pero no saben que en realidad se lo están haciendo al otro.

martes, 17 de agosto de 2010

The sixth song

None is just where one pretends and won... ders,
counting for a perfect world to mind... us.

One can be a word that counts as lonely...
Two can be as lonely as each can be...
Searching and pretending
as we wander through this world...
Can we ever know
where hearts go?

Three is ever perfect just as clear minds...
Four till nine is given to one who finds...
Searching and pretending...
We'll never know...
Can't we say hello?

Do we still just look to counting...
Until we face each mountain...
Worlds make such a part
with love...
For we know all what accounts...
Just show just announce...

If we add the fractions
to the simple answer
then each love will figure
to one perfect world...

None is just where one pretends and won... ders,
counting for a perfect world to mind... us.


If we add the fractions
to the simple answer
then each love will figure
to one perfect world...


None is just where one pretends and won... ders,
counting for a perfect world to mind... us.

None is just where one pretends and won... ders,
counting for a perfect world to mind... us.

Vision of Escaflowne, Perfect world

jueves, 12 de agosto de 2010

El olvido

"No olvida el que finge olvido, sino quien puede olvidar".

Mario Benedetti

martes, 10 de agosto de 2010

Posibles

A veces colgamos la etiqueta de imposible a cosas que en realidad no lo son, aunque puedan parecerlo mucho.

Recuerdo que, de pequeña, algo que siempre me había pasado por la cabeza era que estaría bien tener a mi hermana como compañera de clase. Pero claro, es dos años mayor que yo y buena estudiante, así que esa posibilidad estaba descartada casi antes de ser planteada. Con el tiempo, la idea, por inalcanzable, hasta había dejado de pasarme por la mente. Fue entonces cuando decidimos apuntarnos a la escuela de idiomas, y sí, ahí fuimos compañeras de clase durante tres años. Lo que parecía imposible al final sucedió.

También relacionado con las clases tenía otro imposible. En el último año de instituto había una pareja en mi clase. Se les veía cómplices y contentos, y lo cierto es que me daban mucha envidia: no sólo se tenían el uno al otro, sino que podían verse cada día en clase y hacer las tareas y todas esas cosas los dos juntos. Tenían algo más en común. Yo, dada mi impopularidad y lo improbable que veía gustar a alguien y todo eso, pensaba que alguien como yo sólo podía resignarse a soñar con algo así. Hasta diez años después. Va y me da por apuntarme a un curso en el que me encontré a una persona muy especial. Y ese otro imposible, que tras años lejos de las aulas se había escrito en mayúsculas y en negrita, se borró con la facilidad que cae un castillo de arena ante una ola del mar.

Quizás haya cosas que parecen mucho más improbables, pero a mí esas dos me gustan porque son mías, claro está, y porque me enseñaron que, a veces, aunque pasen años y años, los deseos de uno se pueden hacer realidad. Aunque no tengas la esperanza de que ocurra, aunque todo el mundo te diga que no lo intentes más, aunque parezca imposible. Para cumplir un sueño, por estúpido que sea, sólo es demasiado tarde cuando se ha dejado de soñar con él.

jueves, 29 de julio de 2010

La tristeza y la alegría

La tristeza y la alegría tienen una curiosa disposición a aglomerarse cada una en una serie de días alejados entre sí. Así, o tienes un día estupendo, o una tremenda porquería de jornada. Por suerte, de vez en cuando aparece un mago, o tal vez debería decir un tintorero: tiene la capacidad de volver radiante un día que había empezado a teñirse de gris.

Rompe el desequilibrio entre la tristeza y la felicidad, repartiéndolas de forma más equitativa, de modo tal que, si se acumula un montón de tristeza, la felicidad que sobró de otros días en que no se despilfarró barrerá la tristeza de una vez por todas.

Seguiremos estando tristes o contentos, pero al menos tras un día duro podremos esperar siempre que se alegre hacia el final, dejándonos, por fin, un fantástico sabor de boca.

Recomposiciones

En mi casa hay muchas figuritas. Mi madre y mi hermana son más bien torponas. Y aquí, encima, nunca gusta tirar nada. Estos tres detalles unidos, aunque pueda parecer que no, son capaces de dar algunas lecciones.

Al ser parte de mi familia tan patosa, han roto más de una vez alguna de las dichosas figuritas. Y claro, por no tirarlas, ya que les tienen cariño, fueron un regalo, o vete tú a saber, las pegan y las recomponen.

A veces los pedazos son grandes y apenas se nota el arreglo. Otras se nota muchísimo más. Pero no importa si se nota mucho o se nota poco, la cuestión es que siempre se nota. Las cicatrices que un mal golpe dibujan sobre las figuritas, por bien disimuladas que estén, las cambian y las dejan diferentes a como estaban. En adelante, pueden parecerse mucho a lo que eran, pero no serlo de nuevo.

Con las relaciones interpersonales pasa algo parecido. Cuando algo se rompe ya luego es muy complicado que se recomponga. Se puede disimular y que parezca que es lo mismo, pero en el fondo uno siempre sabe que, cuando algo se rompió de tanto tensarlo, o se aleja para no tensarse de nuevo, o se elimina de raíz y se extirpa. La putada es que una también le coge cariño a algunas personas, y prefiere tratar de recomponerlas a pegarlas con un poco de cola.

martes, 27 de julio de 2010

Love's difficult

'But one thing I've learned: for every love letter written, there's another one burned'.

Aerosmith, Hole in my soul

Cinismo asqueroso

Una de las formas del cinismo que más odio es aquella en la que se critica duramente a alguien por hacer lo que uno hace peor que él todavía.

Vale que uno a sí mismo se imponga unas normas más relajadas, o que sea más fácil eso de ver la paja en el ojo ajeno, pero a veces el cinismo y su descaro llegan a un punto incluso insultante.

Hay gente que juzga severamente a los demás pero lo hace para sus adentros. Otros se lo dicen a los afectados, pero el asunto no va más allá de ellos dos. Pero lo realmente increíble es que haya quien ridiculiza y trata de humillar a otra persona por haber cometido una falta que ellos no dejan de repetir desde hace tiempo y de peor manera.

La impresión es, no que castiguen lo que hizo el otro porque en su hipocresía lo condenen de repente, sino que lo hagan por ser mejor que ellos. Sí, porque el otro es capaz de hacer lo que hacen ellos pero no tan mal. Porque han hallado una manera que ellos no han sido capaces de encontrar de hacer lo que quieren con un poco más de licencia.

Por eso, si el cinismo de por sí ya es asqueroso, en concreto ese tipo me lo parece un poco más.

Machismo y mujeres machistas

Aunque la lógica pueda sugerir que una mujer debe estar en contra del machismo, la realidad nos muestra a diario que el sexo no es algo concluyente para ser machista o no. Hay muchas mujeres que lo son, por desgracia, y, por suerte, muchísimos hombres que no.

En teoría los hombres que se creen superiores lo hacen porque ganan en fuerza bruta. Pero, ¿y qué? La ley del más fuerte no es suficiente. Puedes matar al más fuerte de tus enemigos, que sin una mujer no podrás continuar la especie. Con esto no quiero dar la vuelta a la tortilla ni intentar significar que la supremacía tiene lugar al revés, de las mujeres sobre los hombres. En realidad creo que, simplemente, unos tienen unas "habilidades" y otras, otras. Es eso que se suele decir de "ni mejor, ni peor: diferente".

Sé que hay más argumentos del tipo "se nos da mejor esto" o "no valéis para lo otro", pero no deja de ser más de lo mismo. Una ristra de cualidades o de ventajas de unos sobre otras y viceversa. Una discusión absurda sobre quién es mejor, porque al final lo que hace fuerte o débil a una persona no está en su anatomía, sino en lo que lleva por dentro. Y me temo -o más bien me alegra decir- que eso no depende del sexo de uno.

Siempre pensaré que un requisito indispensable para ser inteligente es no ser machista, ya se sea hombre o mujer. Y aunque pueda parecer que el machismo es más comprensible en un hombre que en una mujer, eso no es verdad. Si creces oyendo determinadas ideas, es luego muy complicado no creer en ellas. Si te convencen de que tienes ciertas limitaciones te las acabas creyendo, y actuando como si las tuvieras de verdad. Eso a su vez hace que pases a tenerlas realmente, que te acostumbres a ello y que acabes siendo lo que te han dicho toda la vida que eres. Pero una mujer inteligente, también es capaz de pensar por sí misma. Por tanto puedo llegar a entender pero no compartir que una mujer sea machista también.

En el caso de los hombres machistas, en general, simplemente creo que se protegen de alguna manera de lo vulnerables e indefensos que se sienten de vez en cuando. Y hacerlo de un modo tan rudimentario tampoco me dice demasiado de ellos.

lunes, 26 de julio de 2010

Junts

Com fas que la vida sembli fàcil?
Com desprens tanta energia?
T'envejo.

Vull mirar les coses com les mires
i tenir tanta il•lusió
tenir sempre una raó.

Vull que quan la gent em miri
vegi algú amb ganes de viure
i no aquest petit noiet
que molt de tant en tant
fa alguna cançó maca.
Vull que em vegis
com et veig jo a tu...

Vull canviar
Jo vull sentir-me ple de vida.
Estic fart de no fer res,
tant fart de no implicar-me en res.
Jo vull mirar aquest món
i sentir que en formo part.

Tu fas de un defecte una virtut
i de la llàgrima un somriure
fas màgia.

Fas que tot em sembli diferent.
Vull tenir il•lusió
tenir sempre una raó
i que tot el que m'enfonsa avui
demà sigui el que m'aixeca.
Vull deixar de ser un suplent:
jo vull sortir d´aquí
i jugar de titular.
Vull que em vegis
com et veig jo a tu...

Vull canviar.
Jo vull sentir-me ple de vida.
Estic fart de no fer res
tant fart de no implicar-me en res.
Jo vull mirar aquest món
i sentir que en formo part.
No vull seguir
mirant la vida des de fora
per que encara em queda temps
de jugar aquesta partida
que ningú jugará per mi
i he de moure fitxa ja...

I junts li riurem a la vida...
Junts sortirem a jugar...
Junts escriurem de la partida...
Junts tornarem a somiar.

Vull canviar.
Jo vull sentir-me ple de vida.
Estic fart de no fer res,
tant fart de no implicar-me amb res.
Jo vull mirar aquest món
i sentir que en formo part.
No vull seguir
mirant la vida des de fora
per que encara em queda temps
de jugar aquesta partida
que ningú jugará per mi
i he de moure fitxa ja...

I junts li riurem a la vida...
Junts sortirem a jugar...
Junts escriurem de la partida...
Junts tornarem a somiar.

Junts cantarem a la vida...
Junts sortirem del forat...
Junts guanyarem la partida...
Junts tornarem a somiar.

Jofre Bardagí, Junts

Discusiones

Iba a empezar con un "a nadie le gusta discutir", pero me he dado cuenta de que es mentira. A mí no sólo me gusta, es que me encanta.

Además de recalcar que discutir y enfadarse no tienen por qué ir necesariamente unidos, debo decir que encuentro una riqueza sin igual en las discusiones. Gracias a ellas puedes descubrir puntos de vista de otros mucho más sinceros que en otros momentos. Si la discusión sí que llega a ser acalorada, también te das cuenta de hasta qué punto es capaz de llegar al otro cuando se cabrea. O a veces, de lo que piensa de verdad de ti, porque hay quienes se esperan a esos momentos para ser mínimamente honestos. Y no olvidemos las reconciliaciones, porque cuando tienen lugar, la relación de los que discutieron suele haberse vuelto más fuerte, si siguen unidos.

En definitiva, las discusiones son una mina de información acerca del otro. De conocimiento mutuo y comprobación de límites personales, pues compruebas tú mismo hasta dónde puedes aguantar.

Especial

¿A cuánta gente le gusta sentirse especial? ¿Y cuánta lo consigue realmente? Muchos fracasan en su intento, pero es porque su planteamiento inicial no es el adecuado. Otros sí que llegan a sentirse especiales, pero ésos saben dónde está la clave.

Y es que... ¿qué es especial y qué corriente? Es difícil contestar, y que la respuesta que a todo el que lea esa pregunta se le ocurra sea la misma, más aún, porque las respuestas posibles ascienden al número de lectores, e incluso a más, porque un mismo lector en un momento u otro puede contestar cosas distintas.

En un universo de posibilidades infinitas, las de ser especial son escasas, por no decir nulas. Pero sólo las de ser especial, a secas. Para todo el mundo.

Otra forma de ser especial, aunque por algunos menos valorada, es serlo para alguien. No obtendrás reconocimiento ni gloria a nivel mundial, pero cuando eres especial para alguien que también lo es para ti, no hace falta. Ni siquiera es necesario gritarlo; saber que es así ya es suficiente recompensa.

Ya lo dice esa frase: "Puede que para el mundo tú sólo seas una persona, pero para una persona tú eres el mundo". Y creo que tiene más valor ser especial en un mundo en el que vivo y convivo porque quiero y así lo he elegido que en ese otro que comparto por azar con un puñado de desconocidos que, por lo general, me dan lo mismo.

Tú para mí eres especial. Y me da igual si el resto del mundo se da o no cuenta.

domingo, 25 de julio de 2010

Comparaciones generacionales

Cuando estás bastante tiempo sin tratar con gente más joven que tú, piensas en los de su edad como en ti a sus años. Haciéndolo de esa manera, siempre da la sensación de que ese grupo de edad sea más inmaduro de lo que realmente es. Luego hablas con ellos y te sorprendes de que sean más personas de lo que creías.

Me parece que eso ocurre justamente por compararlos con uno mismo a su edad. No es que cuando tuvieras esos años tú fueses más inmaduro que ellos, sino que lo eras mucho más que en el momento actual. Así, en comparación, te parece que si eras un crío, lo han de ser ellos también, pero realmente no era así, o no tenía por qué. Eras más consciente del mundo de lo que recuerdas, solo que ahora lo eres más. Te importaban más cosas de las que crees, aunque ahora te importen otras, y las que aún te importen de antes te importen menos o más.

Al final, de todos modos, siempre hay diferencias generacionales entre tú y los que son más jóvenes que tú, pero no tienen por qué ser insalvables. Una vez recuerdas que tú también estuviste en su lugar, o en uno parecido al que ahora ocupan ellos, es más fácil entenderles. Y cuando te acuerdas de todos los errores que fuiste cometiendo, también te cuesta menos perdonar los suyos.

jueves, 22 de julio de 2010

Las peores injusticias

"Es muy difícil no ser injusto con lo que uno ama".

Oscar Wilde

Las despedidas de ahora

Recuerdo que hubo un día en que las despedidas no es que se hicieran eternas, sino que lo eran. Darte la vuelta y marcharte era dejar atrás a alguien sin ninguna garantía de volverle a ver otra vez y repetir de nuevo ese gesto. A veces ni siquiera podías intentar contener las lágrimas, y encima, más de una vez, ese llanto tenía su razón de ser, e incluso era casi una suerte de premonición de que no volverías a ver a esa persona. O tal vez sí, pero ya nada sería como antes.

Pero parece que siempre queremos más. Aun si las despedidas se acaban volviendo una rutina que se repite cada día, y a pesar de que tengas la certeza casi absoluta -obviando los caprichos del destino, que nos hace no estar seguros nunca de nada- de que vuestro próximo encuentro no se hará esperar más allá de un puñado de horas, tan pequeño que ni sería capaz de reunir un día, esos últimos cinco minutos a su lado se congelan en el tiempo.

Quizás el rodaje haga que aprendas a disfrutarlos mejor y de otra manera. Tal vez la ausencia de la ansiedad que antes mencioné te permita relajarte de un modo que antes ni pensabas. No sé en realidad por qué, pero esos minutos son capaces de volverse horas.

Le arañas al reloj el tiempo que no quieres que pase y lo desgarras un poco hasta que se estira. Y lo que antes se llevaba un suspiro, ahora te lo llevas tú. Y mis manos en tu pelo, tu boca en mi cuello, tus dedos en los míos. Robándole a los minutos todos los instantes de los que tantas veces me impidieron disfrutar.

El verdadero atractivo

Aún hay gente que no se ha dado cuenta de que una forma de ser puede ser mucho más atractiva que un cuerpo o una cara bonitos. Y muchos de ellos sólo pierden el tiempo entre gimnasios y espejos que les devuelven un tipo espléndido que no sirve de nada si no se corresponde con lo que llevan dentro.

Pero en un mundo tan superficial cuesta explicar que algo que no se puede ver te atraiga más que lo evidente. Es más, que, de vez en cuando, sea más fuerte la atracción que ejerce la insinuación de una actitud que la exhibición explícita de los encantos de cualquiera.

En el fondo me da pena esa gente. Me dan pena porque, cuando el paso de los años arrastre su belleza, no les va a quedar nada debajo. Habrán pasado media vida dedicados a algo efímero que nuestro enemigo invisible, el tiempo, les acabaría robando tarde o temprano (y, además, para desgracia de algunos, más temprano que tarde). Sin embargo, los que cultivan antes la mente que el cuerpo, los que se preocupan por los detalles que no se pueden tocar, esos gozarán de un atractivo con fecha de caducidad también, pero que se acabará con sus propias vidas, con el tiempo justo para que nunca lleguen a echarlo de menos.

domingo, 18 de julio de 2010

Snow

Come to decide that the things that I tried
were in my life just to get high on.
When I sit alone
come get a little lone
but I need more than myself this time.
Step from the road to the sea to the sky
and I do believe that we rely on.
When I lay it on
come get the play it on
all my life to sacrifice.

Hey... Oh...
Listen what I say, oh..
I got your...
Hey... Oh...
Now listen what I say, oh...

When will I know that I really can go
to the well one small town to decide on.
When it's killing me, when will I really see
all that I need to look inside.
Come to believe that I better not leave
before I get my chance to ride.
When it's killing me, what do I really need
all that I need to look inside

Hey... Oh...
Listen what I say, oh...
Come back and...
Hey... Oh...
Look at what I say, oh...

The more I see the less I know,
the more I'd like to let it go...
Hey... Oh...
Whoa, oh, whoa...

People need the cover of another perfect wonder
where it's all white as snow...
Marry me divided by a work so undecided
and there's no where to go
In between the cover of another perfect wonder
and it's all white as snow...
Running through the field where all my tracks will be concealed
and there's no where to go...

When to descend to a man for a friend
all the channels that are broken down.
Now you bring it up, Im gonna ring it up
just to hear you sing it out.
Step from the road to the sea to the sky
and I do believe what we rely on.
When I lay it on,
come get the play it on
all my life to sacrifice.

Hey... Oh...
Listen what I say, oh...
I got your Hey, oh...
Listen what I say, oh...

The more I see the less I know,
the more I'd like to let it go...
Hey... Oh...
Whoa, oh, whoa...

People need the cover of another perfect wonder
where it's all white as snow...
Marry me divided by a work so undecided
and there's no where go...
In between the cover of another perfect wonder
where it's all white as snow...
Running through the field where all my tracks will be concealed
and there's no where to go...

I said hey... Aw yeah...
Aw yeah...
Tell my love now...
Hey... Hey yeah...
Aw yeah...
Tell my love now.

People need the cover of another perfect wonder
where it's all white as snow...
Marry me divided by a work of undecided
and theres no where go...
Deep beneath the cover of another perfect wonder
where it's all white as snow...
Running through the field where all my tracks will be concealed
and there's no where to go...

I said hey... Aw yeah...
Aw yeah...
Tell my love now...
Hey... hey yeah...
Aw yeah...
Red Hot Chili Peppers, Snow

Se sienten

Hay cosas que no se pueden explicar. No es que sea difícil hacerlo, ni que sea más cómodo omitir la explicación: es, simplemente, que ésta no existe.

Muchas veces hacemos las cosas según lo que nos dicta el sentido común. Otras, por ciertos valores que tenemos y que nos hacen seguir unos caminos en detrimento de otros. O si no, las hacemos porque nos lo imponen, nos lo sugieren o nos lo recomiendan. Pero aquí no es el caso. Hay cosas que da igual que la lógica nos niegue, o que no importa que vayan contra a algo en lo que pensábamos que creíamos firmemente. Ni siquiera importa si nos lo prohíben o hay por ahí alguien que lo vea con malos ojos.

Hay cosas que no se pueden explicar. Únicamente, se sienten. Y con eso es suficiente.

miércoles, 14 de julio de 2010

El pasado

Últimamente pensaba que, cuanto mayor conoces a alguien, más cosas tenéis por contaros, ya que hay más años y en ellos más experiencias en vuestras vidas. Y es cierto, pero a la vez tampoco es mentira que se hace más difícil aprobar todo el pasado del otro.

Hay cosas más fáciles de asimilar que otras. Algunas, de hecho, dudamos si podremos aceptarlas o no, aunque la gente diga que no hay que mirar atrás, que lo que cuenta es el presente y que la gente cambia. Es cierto, la gente puede cambiar, y el pasado de uno no condena o no debería condenar ni su presente ni su futuro, pero lo que es cada uno se ha ido construyendo ahí.

No es que nos persiga. Es que todo lo que hemos hecho, todo lo que hemos vivido, lo hemos ido asimilando hasta hacerlo parte de nosotros mismos. Una pieza esencial en el descubrimiento del otro es el de su propio pasado, y en realidad luego tampoco es tan difícil vivir con él. Si podemos vivir con el nuestro, ¿por qué no con el de los demás?

martes, 13 de julio de 2010

Hoy me he dado cuenta

Cuando sales con alguien, no es ponerle un nombre a lo vuestro lo que limita lo libre que te sientas. Una palabra, que sea o no oficial, que lo sepan los demás o no tengan ni idea... Nada de eso cambia tu independencia. No dejas de estar solo por agarrar a alguien de la mano. En realidad dejas de estar tú solo cuando de lo que haga, diga o sienta el otro depende cómo te sientas tú.

Te vuelves vulnerable cuando no eres el único dueño de lo que te pasa. Cuando la tristeza de otro te hace llorar a ti, cuando sus lágrimas te empapan la cara. Cuando su dolor te hiere, y cuando sangras tú por sus heridas.

Nada de eso depende de una palabra ni de la imagen que tengan los otros de ti. Eso sólo lo controla un sentimiento, que tienes o no, te guste o no te guste, quieras o no. Así que da igual cómo lo llames.

domingo, 11 de julio de 2010

Silueta

Es casi imposible no adivinarle, con esa silueta y esos andares. No importa lo pequeño que empiece siendo, si está lejos o ni siquiera te diste cuenta de que estaba ahí. Da igual si llega tarde o si ni esperas que venga. Al final siempre aparece. Y cuando llega se hace enorme.

Se hace grande a tu lado, por lo que es y por lo que parece. Por como es contigo y por como es con los demás. Por lo que te dice y por lo que se calla.

Últimamente sueño con esa silueta, pero tiene cara y su cara ojos. Me miran fijamente, como intentando decirme algo que despierta no entiendo, pero me despierto y sigo sin saber qué quería decirme. Y cuando me levanto lo veo una y otra vez en mi recuerdo, pero ni en mis sueños ni en mi mente se hace nunca tan grande como cuando lo tengo al lado.

domingo, 4 de julio de 2010

Atletismo vital

A veces a la gente le da por correr por la vida, y con las prisas no se da cuenta de todo el paisaje que se va perdiendo.

Es cierto que hay metas bastante deseables, pero aun así, se disfrutan mucho más después de haberlas sufrido también un poco. Y en el camino hacia ellas se aprenden tantas cosas que es una lástima no ir pendiente de descubrirlas todas.

También es verdad que desear algo durante mucho tiempo puede llegar a agotar. Las ganas pueden pasar de estirarse a corroerse y perderse por completo. Por eso tampoco hay que detenerse más de la cuenta con los detalles.

No hay que correr. No hay que estancarse. Lo ideal es encontrar tu propio ritmo: el que te deje una sonrisa de satisfacción, aunque al final ni siquiera roces la meta.

miércoles, 30 de junio de 2010

Mmm...

Me encantan los escalofríos en las noches calurosas de verano.

martes, 29 de junio de 2010

Confiar en alguien

Yo te imagino dormido
si vuelvo a casa muy tarde...
Lo cierto es que no me acostumbro
a dormir al lado de nadie...
Cerrar los ojos,
y abandonarse...
No pongas un precio que no puedes pagar,
no quiero marchantes de arte...
No estuve en el casting de estrellas de rock,
no soy marioneta en este baile...
Sentirse sola,
sentirse aparte...

Prefiero vivir a mi manera,
eso no hace daño a nadie...
Sólo quiero que me entiendan...
Déjame vivir a mi manera...
Necesito que me creas...
Necesito confiar en alguien...

Yo te imagino dormido
si vuelvo a mi casa muy tarde...
Lo cierto es que no me acostumbro
a dormir al lado de nadie...
Siempre me voy...
Siempre a ninguna parte...
Mi vida es un vuelo sin motor...

Aun así quiero vivir a mi manera...
Eso no hace daño a nadie,
pero quiero que me entiendas...
Déjame vivir a mi manera...
Necesito que me creas...
Necesito confiar en alguien...
Necesito confiar en alguien...

Siempre me voy...
Siempre a ninguna parte...
Mi vida es un vuelo sin motor...

Aun así quiero vivir a mi manera...
Eso no hace daño a nadie,
sólo quiero que me entiendas...
Déjame vivir a mi manera...
Déjame vivir...
Déjame vivir...
Déjame vivir a mi manera...
Déjame vivir...
Déjame vivir...
Déjame vivir a mi manera...
Amaral, Confiar en alguien

La costumbre

La gente suele hablar a menudo sobre qué es normal y qué no. En realidad, nada lo es. Todo depende de lo acostumbrado o no que uno esté a algo.

Hay un montón de cosas que aceptamos como normales simplemente porque suceden, pero que sucedan no quiere decir que deban suceder. Es el hecho de que estemos acostumbrados a verlas lo que nos hace entenderlas de esa manera. Por eso, por ejemplo, entre unas culturas y otras a veces se cae en el etnocentrismo. Damos en entender que lo que hacen en otros sitios es raro, y lo que hacemos nosotros es lo normal, y, además de eso, lo mejor.

La distinción entre qué es normal y qué es raro es en realidad trivial. El problema es que, con frecuencia, lo raro se aparta y se acepta sólo lo normal, cuando esto pocas veces lo es por otro motivo que por ser aquello de lo que tenemos costumbre.

Perros y personas

"El perro promedio es mejor persona que la persona promedio".

Andy Rooney

domingo, 27 de junio de 2010

El feedback

Algo que conlleva eso de tratar con las personas es que hay que estar continuamente dándoles feedback. Uno puede pensar maravillas sobre lo que otro está diciendo, que si lo que le devuelve es una mirada perdida y distante o un bostezo que deje ver hasta sus muelas del juicio, la otra persona no lo entenderá. Esto es fácil de entender en la teoría, pero luego la práctica es, comúnmente, sólo aplicable a los demás.

Si cualquiera te ignora o no te presta la suficiente atención, enseguida piensas que no le interesas en absoluto. A veces incluso le das mil vueltas, porque es una persona con la que, hasta entonces, creías tener una buena relación, pero su actitud no te deja lugar a dudas.

Sin embargo, cuando eres tú el que tiene un mal día y no haces caso a otro, te cuesta bastante más entender que la otra persona se sienta como lo harías tú en esa situación. Piensas que debería saber que en realidad sí te interesa, porque incluso te parece que se te nota mucho, pero si con nuestra forma de actuar no decimos nada, lo más probable es que el otro no se entere de ídem.

Esto pasa también porque, por normal general, a nosotros solemos excusarnos, poniendo siempre al culpable fuera: no soy yo, es que en el trabajo me cabrearon y tenía un mal día... Y, cuando tenemos que pensar en por qué otro hizo lo que hizo, las culpas suelen recaer en algo suyo a nivel personal: no me habla porque me odia.

He ahí la importancia del feedback. No ya de que exista, sino de que exprese lo que realmente queremos que exprese. Esto puede hacerse bastante difícil en según qué situaciones y con según qué personas, pero es fantástico cuando le vas cogiendo a alguien tanta confianza que dejas de necesitar que te dé feedback para saber lo que piensa de ti.

miércoles, 23 de junio de 2010

El fuego

Mi playa está vacía... pero desde ella puedo oler el fuego.

martes, 22 de junio de 2010

La fauna de tu pecho

Es interesante que casi todo lo bueno y lo malo se nos pase siempre por el pecho. Las mariposas ésas que a todos tanto nos gustan, con que se metan ahí durante algunos segundos, ya lo dejan todo patas arriba. Y el dolor, la pérdida o las decepciones también se clavan en el pecho, agujereándolo.

Quizás por eso cuando termina también nos duele el pecho. Los cristales de las ilusiones matan a las mariposas al romperse, y el vacío que sentimos no es sino lo que las echamos en falta. Y las punzadas de dolor que te atraviesan algo te traspasan el corazón, pero, aunque no lo parezca, eso es algo bueno: al menos significa que lo tienes.

La letargia de las emociones

Hay quien no se cree que sea mejor sentir algo, aunque sea el sentimiento más miserable que quepa imaginar, antes que no sentir nada. Posiblemente sean quienes no han sufrido ese coma emocional.

Recuerdo que alguna vez me echaron en cara precisamente eso, no sentir. Creo que ése fue, paradójicamente, el comienzo de una etapa sin sentimientos.

En realidad lo que pasa debe ser bastante sencillo. Y digo debe porque saberlo no lo sé. Es como si, después de sentir mucho, después de sentir demasiado, te acostumbrases a casi todos los sentimientos en su forma más expansiva. Así, cuando vuelven a aparecer poco después ya no te sorprenden. Lo que te lo hubiese removido todo tiempo atrás, ya te deja frío. En comparación, lo bueno nunca es tan bueno, y lo malo nunca llega a ser tan malo. Por eso uno se queda prácticamente como si no tuviese emociones.

Pero lo cierto es que sí las tienes. Lo que pasa es que se aburren de no alterarte y se duermen, se aletargan, y aunque te acompañen durante mucho tiempo, ya ni te das cuenta. La suerte es que, cuando empiezas a creer que es mejor vivir así, que se vive más tranquilo, porque de ese modo no te sientes raro por no sentir nada, se despiertan. Y es entonces cuando te das cuenta de cuánto te faltaban, y cuando después de la primera lágrima te asoma una sonrisa. Aunque estés triste, porque aunque sea lo que sea te apene, sentir es estar vivo, y eso siempre suele resultar una alegría.

La hipocresía menos ética

Me hace gracia. La gente se toma muchas molestias en tratar de delimitar qué es ético y qué no lo es en la investigación. Se supone que cualquier experimento no se puede hacer porque, algunos, serían al fin y al cabo alguna manera de jugar con las personas. Qué hipocresía. Muchos de los que señalan con el dedo lo que está bien y lo que está mal en ese ámbito luego se dedican ellos a jugar con los demás.

Para eso no hay reglas ni leyes. Están las normas morales, pero son demasiado difusas. Si, por ejemplo, decido experimentar qué ocurre si le hago pensar a otro algo que no es real, nadie me meterá preso. De hecho muchos ni se darán cuenta si consigo envolverlo en un juego de sutilezas que encubra lo que verdaderamente estoy haciendo. Pero la realidad es que me apetecía jugar con alguien para ver cómo reaccionaba ante unas u otras cosas. Sigue siendo un maldito experimento, pero encima de mal hecho, incumpliendo hasta el código deontológico menos estricto.

Claro que no creo que eso deba eximir a los experimentadores de verdad, a los que la ciencia les avala, de cumplir con cierto rigor y tener en cuenta la ética a la hora de trabajar. Lo que pienso es que debería ser al revés: esas normas morales tan borrosas deberían ser más claras. Debería haber sanciones también para los que no tienen ética alguna fuera de un laboratorio. Para los que se ríen de los demás. Para los que juegan con la gente. Pero eso, aunque a veces y casi excepcionalmente se castigue, lo puede hacer cualquiera libremente y sin consecuencias.

domingo, 20 de junio de 2010

En tu silencio

Como quien tira de una cuerda
que se romperá...
Tirar, tirar, tirar, tirar, tirar...
Como sin darse cuenta
rozar un poco más...
Los ojos han cerrado
para no afrontar
que el aire es de cristal...
que puede estallar...
que aunque parezca extraño,
te quiero devorar...
Que el aire es de cristal...
que puede estallar...
que aunque parezca extraño,
te quiero devorar...

En una esquina de su boca
se dejó estrellar,
como la ola que se entrega a la roca...
Perdida en el abismo
de unas manos sin final,
tan grandes que abrazaban todo su planeta...

Ahora no estás aquí... ahora no estoy aquí...
pero el silenció es la más elocuente forma de mentir...
Ahora no estás aquí... ahora no estoy aquí...
pero el silenció es la más elocuente forma de mentir...

En tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mi cuerpo habitó
un trozo de tu olor...
En tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mis ojos habitó
un trozo de dolor...

Ahora estás aquí, ahora estoy aquí...
abrázame para que piense alguna vez en ti...
Ahora estás aquí... ahora estoy aquí...
abrázame para que piense alguna vez en ti...

En tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mi cuerpo habitó
un trozo de tu olor...
En tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mis ojos habitó
un trozo de dolor...

En tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mi cuerpo habitó
un trozo de tu olor...
En tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mis ojos habitó
un trozo de dolor...

Que el aire es de cristal...
que puede estallar...
que aunque mis labios no hablen
te quiero devorar...

Que el aire es de cristal...
que puede estallar...
que aunque mis labios no hablen
te quiero devorar...


Bebe, En tu silencio

Halagos insultantes

A la cualquiera le gusta que le adulen, que le piropeen, que le digan cosas bonitas... Menos a mí. O sí, pero sólo hasta cierto punto.

Puedo soportar las palabras amables y, está claro, me gustan como a todo el mundo, pero cuando exceden cierto punto y rozan el peloteo descarado e insultante de decir de alguien lo que mejor que nadie sabe que no tiene, no las aguanto. Se vuelven como un reflejo de todos tus defectos, pero que tuvo el mal gusto de disfrazarse de halago. Lo que me debería hacer sentir bien me termina haciendo sentir mal.

Es paradójico, porque luego apenas sufro un insulto en comparación, pero será que eso insulta a algo que valoro más que lo que los demás comenten: mi inteligencia.

viernes, 18 de junio de 2010

Stop it

I don't really know what to do to not become everything I hate...

Bla

Bla, blabla bla. Bla bla bla, blablabla, bla bla bla. Blablabla, blabla bla, blabla blablabla... Bla. Blablabla. Bla blabla blabla bla bla blablabla blabla. ¿Bla? Bla bla bla, bla blabla, blabla blablabla bla blabla blabla bla. Blablabla bla blabla blablabla bla bla blabla, blabla bla blabla. Bla blabla blabla blablabla bla. ¿Blabla? Blablabla bla.

¿Qué? La gente se pasa el día diciendo palabras vacías y nadie dice... nada...

miércoles, 16 de junio de 2010

Desgraciados...

"No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar".

Albert Camus

lunes, 14 de junio de 2010

La intuición de sombras

Dicen que en las películas de terror asusta más aquello que se intuye que aquello que podemos ver. Por eso unas sombras ambiguas o unos ruidos dan más miedo que un tipo real persiguiendo a una persona. Con los silencios viene a pasar algo parecido.

Si dices lo que piensas, para bien o para mal, los demás se llevan una impresión tuya. Si no dices nada, como no tienen ni idea de qué es lo que piensas en realidad, se dedican a imaginarlo.

Es curioso, porque la imaginación siempre suele ir muchísimo más allá que la realidad. Ante la falta de información, la gente se monta unas películas impresionantes, que después raras veces tienen nada que ver con lo que realmente sucede.

Lo malo es que no siempre se puede decir algo que acalle a las mentes más despiertas. A veces uno, simplemente, no dice nada porque no sabe qué decir. Y lo mejor es que cuando los demás empiezan a divagar sobre lo que no dices y por qué no lo dices, piensan siempre lo peor y casi nunca aciertan, porque en realidad para casi todo, la explicación real era la más simple... Y las sombras casi nunca se traducen en nuestra cabeza en algo sencillo.

Relaciones asimétricas

No es agradable darte cuenta de que a los demás les importas bastante menos de lo que te importan ellos a ti. Y en realidad, aunque pudiese parecer lo contrario, tampoco lo es ver que a otro le empiezas a importar demasiado y él a ti no en la misma medida o de la misma forma.

Cuando te ves detrás de alguien que ni siquiera se gira de vez en cuando para mirarte, antes o después te acabas cansando. Por mucho que le quieras o por mucho que te importe, si no pone de su parte y te ves solo tirando de ese carro, terminas por no hacerlo más. Es como si vuestra relación estuviera desequilibrada, y ya que no sabes, no puedes o no quieres hacer nada para que la situación cambie por parte del otro, una vez asumes que no vas a importarle como él te importa a ti, decides ser tú quien termine con ese desequilibrio, tratando de que esa persona te importe menos y menos hasta que ya no te duela que no se gire a verte. Hasta que, cuando por fin lo haga, tú ya no estés ahí detrás.

Por otra parte, siempre suele ser halagador darse cuenta de que hay alguien por ahí a quien le importamos, pero si no es algo recíproco por parte nuestra se torna incomodísimo. Nuevamente uno trata de corregir esa asimetría, pero no siempre es posible hacerlo. Lamentablemente, uno nunca decide quién le importa ni por qué, ya que ese tipo de cosas raras veces se deja llevar por la razón.

Y como a todos nos pasa entendemos que al resto le ocurra también. Las relaciones asimétricas existen, y en realidad nadie tiene la culpa de que nazcan así. Ahora bien, si uno las mantiene aun cuando le hacen sufrir, o cuando hace él sufrir a otros, sí se convierte en culpable. Por eso a mí me gusta tanto tratar de buscar la simetría: a mí y a mi conciencia nos gusta más.

domingo, 13 de junio de 2010

Far away

This time... This place...
Misused... Mistakes...
Too long... Too late...
Who was I to make you wait?
Just one chance... Just one breathe...
Just in case there's just one left...
Cause you know, you know, you know...

I love you...
I have loved you all along...
And I miss you...
Been far away for far too long...
I keep dreaming...
You'll be with me and you'll never go...
Stop breathing...
If I don't see you anymore...

On my knees, I'll ask
last chance for one last dance...
Cause with you, I'd withstand
all of hell to hold your hand...
I'd give it all, I'd give for us...
Give anything but I won't give up...
Cause you know, you know, you know...

I love you...
I have loved you all along...
And I miss you...
Been far away for far too long...
I keep dreaming...
You'll be with me and you'll never go...
Stop breathing...
If I don't see you anymore...


So far away...
So far away...
Been far away for far too long...
So far away...
So far away...
Been far away for far too long...
But you know, you know, you know...

I wanted... I wanted you to stay...
Cause I needed...
I need to hear you say...
I love you...
I have loved you all along...
And I forgive you
for being away for far too long...
So keep breathing
cause I'm not leaving you anymore...
Believe in...
Hold on to me and never let me go...

Keep breathing...
Cause I'm not leaving you anymore...
Believe in...
Hold on to me and never let me go...

Keep breathing...
Hold on to me and never let me go...

Keep breathing...
Hold on to me and never let me go...

Nickelback, Far away

Cuestión de marketing

Es una pena, pero a veces vende más la forma que el contenido. Lo mismo puede ser un éxito o un fracaso según cómo lo presentes, e incluso algo malo puede quedar por encima de algo bastante mejor sólo porque lo han adornado lo suficiente para que resulte más atractivo.

Con la gente pasa lo mismo. Muchas veces alguien pasa desapercibido sólo porque no trata de llamar la atención y se queda tranquilamente a un lado ocupándose de sus cosas, y otro sin embargo destaca continuamente queriendo y sin querer, y acapara las miradas de un público que, poco a poco y sin saber por qué, va queriendo cada vez más de esa persona.

En realidad suele ocurrir que el primero es bastante más interesante que el segundo, pero la gente no lo sabe. Como no se vende lo suficientemente bien, como el otro, no llega a los demás y se quedan sin conocerlo. Por eso, al final, todos se quedan con lo que han visto por todas partes, con lo que tuvo un marketing más elaborado... pero eso raras veces suele ser lo mejor.

sábado, 12 de junio de 2010

Lo contrario

Las personas podemos resultar tremendamente contradictorias. Hacemos que lo que es ni siquiera se parezca a lo que parece que es, y eso es porque, muchas veces, queremos, pensamos o necesitamos algo, pero damos a entender al mundo que lo que nos interesa es precisamente lo contrario.

Es como cuando te gusta alguien y lo que haces es ignorarle cuanto puedes para que él no se dé cuenta. O cuando aprecias a alguien y quieres lo mejor para él pero le haces daño continuamente tratando de que lo mejor para él sea lo que tú crees que le sentará mejor.

En realidad así es difícil conseguir nuestros objetivos. A veces una muestra contraria se entiende sin dificultad como paradójica, como cuando insultas a alguien que te cae bien y, en lugar de enfadarse, te devuelve la palabrota con una sonrisa en la boca. Pero cuando eso no está tan establecido, o tan claro entre las dos personas o entre tú y el mundo, es mejor no dar lugar a dudas, porque haciéndolo nos arriesgamos tontamente a perder lo que estábamos esperando y ahora tenemos delante.

martes, 8 de junio de 2010

El primer paso

Dar el primer paso no es, en sí, tan complicado: lo jodido es darlo tú. Especialmente cuando crees que eres tú quien lleva razón y no el otro, y no entiendes que no admita que se equivocó.

Lo que pasa es que con el tiempo eso pasa a un segundo plano. Al final, la batalla entre tu orgullo y esa otra persona la pierde tu orgullo. El otro gana, pero no a ti, porque no se enfrentaba contigo en realidad, aunque a veces no lo sepa. Y aunque te de rabia que otros sí que antepongan su supuesto orgullo, que tú ni siquiera piensas haber herido -ni te propusiste intentarlo-, a ti, a veces duele. Todo depende, claro está, de lo que te importe a ti el otro.

Pero no importa que duela, porque duele más la distancia, y las heridas que ella provoca sangran más que las que se le puedan hacer al orgullo.

sábado, 5 de junio de 2010

Idiomas

No sé cómo ha podido volverse tan importante eso de aprender idiomas para poder comunicarnos con gente de todas partes cuando la mayoría de las veces ni siquiera somos capaces de entender el idioma de la gente a la que tenemos al lado.

Da igual que domines el castellano, el inglés, el francés o el alemán. Como si eres filólogo. A veces es imposible entenderse con la gente y hacerles ver lo que nosotros vemos.

El problema no es la sintaxis, ni tampoco el vocabulario. En realidad sé que no es esa la cuestión, pero no tengo ni idea de cuál sí que es el problema. ¿Tal vez eso sucede por no escucharnos lo suficiente? ¿Entran también en juego nuestras suposiciones paranoides que damos por hecho sin haberlas contrastado? ¿La empatía quizás?

Sea como fuere, y teniendo más o menos claro que lo que falla no es (o no siempre es) la forma, debe ser que algo pasa en el contenido, y creo que es que la gente suele ser poco clara. Se comunican mediante indirectas, ironías, sarcasmos... Y a veces no hace falta tener ningún trastorno para no ser capaz de entenderlas. Siendo más francos nos iría mejor... aunque algunos estén tan habituados a mentir que ése sea el idioma que no dominan.

El tiempo las hace más fuertes... o no

Los objetos, y también las personas, son más fuertes cuando son nuevos, cuando tienen pocos años. Luego, con el tiempo, se van debilitando hasta finalmente desaparecer. Con las relaciones suele pasar justamente lo contrario.

Al principio cualquier relación, por buena que pueda parecer, es tremendamente frágil. Y lo es porque carece de lo que hace sólidas a las relaciones: amor, amistad, cariño, confianza... Todo eso falta, y cualquier roce o cualquier malentendido puede hacerlas tambalear fácilmente e incluso romperlas.

Sin embargo, ése que a veces es amigo y otras enemigo, el tiempo, que a nosotros y a las cosas nos estropea, a las relaciones las hace más fuertes. Además es más fácil decir adiós a alguien a quien aún no estás vinculado de ningún modo que a quien lleva ya años formando parte de nuestra vida.

La fortaleza que da el tiempo a las relaciones no está, sin embargo, exenta de desventajas: a veces el mismo tiempo las vuelve correosas y pegajosas, y se estiran infinitamente apoyándose en él, utilizándolo como la excusa perfecta para mantener relaciones que hace siglos que no van a ningún lado.

Así, es por eso que a veces surgen dudas con el tiempo. Hay momentos en los que preguntarse si ayuda o es un lastre... y si es lo segundo hay que tener agallas para soltarlo, con todo lo que ello conlleva.

lunes, 31 de mayo de 2010

Errores...

"Los únicos errores que cometemos en la vida son las cosas que no hacemos".

Emma Thompson

Everything

Find me here...
Speak to me...
I want to feel you...
I need to hear you...
You are the light
that's leading me
to the place
where I find peace... again.

You are the strength
that keeps me walking...
You are the hope
that keeps me trusting...
You are the light
to my soul...
You are my purpose...
You're everything...

How can I stand here with you
and not be moved by you?
Would you tell me how could it be
any better than this?

You calm the storms,
and you give me rest...
You hold me in your hands,
you won't let me fall...
You steal my heart,
and you take my breath away...
Would you take me in?
Take me deeper now?

How can I stand here with you
and not be moved by you?
Would you tell me how could it be
any better than this?

And how can I stand here
with you and not be moved by you?
Would you tell me how could it be
any better than this?

Cause you're all I want...
You're all I need...
You're everything... everything....
You're all I want,
your all I need...
You're everything... everything...
You're all I want...
You're all I need...
You're everything... everything...
You're all I want...
You're all I need...
You're everything... everything...

And how can I
stand here with you
and not be moved by you?
Would you tell me
how could it be
any better than this?
How can I stand here with you
and not be moved by you?
Would you tell me how could it be
any better than this?

How can I stand here with you
and not be moved by you?
Would you tell me
how could it be
any better than this?
Would you tell me
how could it be
any better than this...?

Lifehouse, Everything

Excusas del destino

Creo que incluso si no crees en el destino, de vez en cuando él -si existe- o el puro azar te hacen cuestionarte si lo que crees es lo que es.

A veces la vida reúne a personas completamente dispares, y que vistas de cualquier otra manera nunca habrían parecido proclives a juntarse. Por eso uno acaba pensando que ha sido algo o alguien quien decidió buscar cualquier excusa para hacerlos encontrarse.

Igualmente, es imposible saber de qué forma llegan a tener lugar fenómenos como ése, si son destino o pura casualidad. Y en realidad tampoco es que importe tanto: a veces el porqué o el cómo son naderías si se comparan con el qué, que es lo realmente importante.

Compromisos

Para algunos, los compromisos que contraemos con nosotros mismos son los peores. Y es que total, cuando quedamos con alguien en cualquier cosa, nos vemos obligados a cumplir y lo llevamos todo más o menos al día, pero, por algún motivo, a nosotros nos tenemos menos respeto y no somos tan estrictos en el cumplimento de nuestro deber.

En el lado contrario, cuando la responsabilidad es de otro, nos es más fácil perdonarle el desliz. Sin embargo, a nosotros mismos no nos los perdonamos tan alegremente.

He ahí el problema de asumir contratos con uno mismo. Por unas cosas o por otras, por defecto o por exceso, al final después nunca se cumplen.

Es ventaja e inconveniente a la vez: la responsabilidad parece disiparse, pero para llevar a cabo cualquier proyecto dependemos de los demás y de su grado de compromiso.

Discrepancias, inquietudes y necesidades

La vida y las circunstancias de cada uno nos ofrecen de vez en cuando paradojas que muchos no son capaces de entender. Pero lo cierto es que todos somos un mundo, y normalmente, aunque nadie nos comprenda, lo que hacemos suele tener algo de sentido, aunque sólo sea para nosotros.

Si, por ejemplo, en tiempos de crisis te llaman para trabajar y eso te parece una putada en lugar de una bendición, pocos serán los que te entiendan. Es más, la gente que busca trabajo y no lo encuentra no sólo no te entenderá sino que empezará a odiarte. Pero es que incluso las cosas que uno considera elementales para otro no lo son. Las escalas de valores de unos y otros varían demasiado, y eso hace surgir las discrepancias entre qué es lo ideal.

Sí, yo creo que es algo de base. Todo el mundo debería saber que lo que le importa a uno no siempre es lo que le importa a los demás, pero eso sí que parece que no importe. Nos juzgamos los unos a los otros por no tener las mismas inquietudes, cuando es normal que eso no sea así, teniendo en cuenta que ni siquiera tenemos todos las mismas necesidades.

domingo, 30 de mayo de 2010

La vida en un instante

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante".

Oscar Wilde

Complejos

Con el verano, además del sol, salen los complejos. Casi todo el mundo tiene alguno, y muchos varios, y en la playa es donde más se ve cómo los lleva cada uno. De hecho, la ausencia de algunas personas allí son la evidente de lo mal que llevan los suyos.

Un complejo puede estar basado en un defecto real o ser más bien imaginario. Cierto es que cada pequeño detalle que nos vemos nosotros pensamos que será observado también por los demás, cuando la realidad es que luego hay ciertas cosas en las que después nadie se fija. Pero, aun así, de una tontería se hace una gran bola. Y también están las cosas que todo el mundo puede ver sin necesidad de coger una lupa y que son innegables.

Pues bien, aunque más en el caso de los complejos que basamos en estupideces imperceptibles al resto de mortales, en general deberíamos no tener complejos. Parece que sea una vergüenza no tener un cuerpo o una cara perfectos, pero nada más lejos de la realidad. Nadie debería apurarse por cómo le hayan tratado la genética o la mala suerte, pero lo hacemos y no es por culpa de otra cosa que de nosotros mismos.

Es la propia gente la que hace que los otros se sientan acomplejados. Aprovechan cada defecto que ven para burlarse de alguien o criticarlo, cuando lo que deberíamos hacer todos es ser más comprensivos y menos superficiales. Y eso tanto con los demás como con nosotros mismos, porque a veces con nosotros somos más duros que con el resto.

L'amour toujours

I still believe in your eyes...
I just don't care
what you've done in your life...
Baby I'll always be here
by your side...
Don't leave me waiting too long,
please come by...
I still believe in your eyes...
There is no choice,
I belong to your life...
Because I live to love you some day...
You'll be my baby
and will fly away...
And I'll fly with you...
I'll fly with you...
I'll fly with you...

Lalaralalarala... Ah...
Lalaralalarala... Ah...

Every day and every night,
I'll always dream
that you are by my side...
Oh, baby, every day and every night,
will I say everything's gonna be alright,
and I'll fly with you...
I'll fly with you...
And I'll... fly with you... Uh... uh...
I'll fly with you...
I'll fly with you... Uh uh... Ah ah...

Nanana...

Sagi Rei, L'amour toujours

El demonio

Nació conmigo, o yo con él. Rara vez hemos estado mucho tiempo separados, y por eso no creo que vaya a perderlo nunca de vista, aunque todavía no pierdo la esperanza.

Lo he visto en muchos sitios y de muchas formas. Con mil caras y cientos de voces diferentes. Apareciendo en los días más tranquilos o invadiendo las noches menos turbias. Y cuando entra en escena lo arrasa todo, no deja nada en pie. Ni siquiera el oleaje que lo hizo llegar. Ni él, ni mucho menos yo, que parece que lo extrañe cuando se marcha, pues con su partida me deja sola, triste y vacía.

Lo tiñe todo de un rojo que luego no se va del todo, y así estoy ahora, toda llena de rojeces que con los años en lugar de aclararse se oscurecen. Porque la sangre cuando se seca casi se convierte en negro y eso es lo que él quería: llevarme a su lado oscuro y arrinconarme sin salida, para que nunca escape. Para que viva el resto de mis días esclava de él. De ese demonio que se apodera de mí y me convierte en marioneta.

Pero seré más lista. Al final le acabaré engañando y seré yo quien lo acabe encerrando. No puedo matarlo porque ya es parte de mí, pero tampoco puedo dejar que me domine cuando le venga en gana. Así viviremos los dos, pero la que estará en paz seré yo, por fin.

sábado, 29 de mayo de 2010

Efecto dominó

Es normal que nos empiece a resultar desagradable la gente que nos hace vernos en ellos peor de lo que nos gustaría.

Aunque no lo parezca, el comportamiento de los demás a veces puede condicionar la forma en que nos vemos a nosotros mismos. Al estar en continua interacción unos con otros, es inevitable que caigamos de vez en cuando en una suerte de efecto dominó. Ese efecto dominó consistiría en que, dependiendo de cómo se comporten los demás respecto a nuestras expectativas, valoraremos más o menos nuestra capacidad predicitiva. También el grado de confianza que depositamos en los demás, y cuánta de ésta repartimos con acierto. Cuando otro nos decepciona, su ficha cae arrastrando a las nuestras. A la confianza, a la seguridad de nuestro orden del mundo, al conocimiento que tenemos de éste para ser capaces de ver venir los posibles golpes, y así un sinfín de cosas más.

Por eso a nadie le gusta que le engañen. Eso le hace a uno sentirse idiota, por creerse al otro sin condición, dejándole de ese modo aprovecharse de la situación y de nuestra estúpida inocencia. Y por eso cuando nos engañan, nuestra idea del otro cae también por culpa de ese efecto dominó que provocó precisamente quien nos mintió.

Olores

Es una pena que hoy día, que se puede guardar, coleccionar o almacenar casi cualquier cosa, aún sea imposible recoger olores y esconderlos en un frasco para olerlos cuando nos venga en gana.

Ya, sé que los perfumes son un buen modo de hacerlo, pero no me refiero a eso. Puedo oler a una persona si huelo su colonia, y evocarla en cierto sentido, pero el olor de una persona es en realidad más que eso. Es una mezcla única e irrepetible de la que sólo podemos disfrutar junto a esa persona o impregnándonos de su olor después de tenerla mucho tiempo al lado.

Pero no puedo guardar el olor a café de casa de mi abuela. Ni el olor de mi perro cuando era un cachorro. Tampoco el olor a los sitios que me gustan, a libro nuevo, a esa mezcla de quitaesmalte con la tinta de las páginas de la guía del Final Fantasy VII, que a veces recupero sin saber de dónde viene. Ni el olor a comida que a veces sube por mi ventana, ni el olor a ropa limpia.

Además, son tan difíciles de evocar aun cuando los recuerdas perfectamente, que se convierten en los recuerdos más especiales, pues sólo vuelven a nosotros cuando el azar decide que volvamos a encontrárnoslos.

jueves, 27 de mayo de 2010

Final alternativo

Quizás algún día seas como te soñé.

Todo está relacionado

La informática tiene cierto parecido con la psicología. Cuando uno tiene algún problema con un ordenador, lo primero y más básico suele ser comprobar que, físicamente, todo esté correcto. Cada conexión con sus cables bien conectados, en buen estado, y los componentes funcionando como deben. Cuando un psicólogo tiene delante a un paciente con una determinada sintomatología, lo primero que hace viene a ser lo mismo: comprobar que no tiene ninguna alteración física.

El problema es que la exploración física de una persona suele ser más complicada. Con un humano no puedes cambiar piezas y mirar a ver si funcionan en otro, y también tenemos más componentes que un ordenador. Además, si el problema es finalmente físico, no podemos tirar a la persona y comprar una mejor.

Por lo demás, cuando ya estamos seguros de que todo está bien a nivel de hardware, o de salud si hablamos de personas, es cuando corresponde preocuparse por lo que no se puede ver ni tocar ni, en cierto modo, medir.

Aquí también es más complicado lejos de una pantalla. Ojalá fuese tan sencillo con la gente como irse al panel de control a agregar o desinstalar programas, o directamente formatear el disco duro, cuando algún software, o trastorno psicológico, nos da demasiado la lata.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Tu voluntad

Parece ser que no es para todo el mundo igual de fácil expresar su voluntad. Lo mismo que hay gente que se calla lo que quiere o lo que le interesa y se acomoda a los gustos de los demás para tratar de molestar lo menos posible, o porque le da vergüenza compartir sus pasiones, otros se pasan el día hablando de ellos e imponiendo sus apetencias a los demás.

En realidad creo que no hay que ser ni tan tonto ni tan estúpido. Deberíamos ser capaces de decir en voz alta, y sin importarnos qué vayan a pesar los demás, qué esperamos de cada momento, de cada cosa, qué queremos hacer y por qué, pero sin caer en un egoísmo desmesurado que coloque nuestra voluntad por encima o por delante de la de los demás.

Lo ideal sería que todos fuésemos capaces de llevar a cabo eso de hoy por mí y mañana por ti, pero poca gente lo suele hacer en realidad. Cada vez nos volvemos más egoístas. Por eso, hoy en día, es un lujo que alguien te pregunte qué es lo que quieres tú.

lunes, 24 de mayo de 2010

Broken

I wanted you to know
that I love the way you laugh...
I wanna hold you high
and steal your pain away...
I keep your photograph
and I know it serves me well...
I wanna hold you high
and steal your pain...

'Cause I'm broken
when I'm lonesome
and I don't feel right
when you're gone away...

You've gone away...
You don't feel me
here anymore...

The worst is over now
and we can breathe again...
I wanna hold you high...
You steal my pain away...
There's so much left to learn,
and no one left to fight...
I wanna hold you high
and steal your pain...

'Cause I'm broken
when I'm open
and I don't feel like
I am strong enough...

'Cause I'm broken
when I'm lonesome
and I don't feel right
when you're gone away...

'Cause I'm broken
when I'm open
and I don't feel like
I am strong enough...

'Cause I'm broken
when I'm lonesome
and I don't feel right
when you're gone away...


'Cause I'm broken
when I'm lonesome
and I don't feel right
when you're gone...


You've gone away...
You don't feel me here anymore...

Seather & Amy Lee, Broken

¿Romanticismo?

En la mayoría de las películas que el cine nos intenta vender como románticas, el romanticismo, al menos desde mi punto de vista, brilla por su ausencia.

Muchas, por no decir la mayoría, resumen excesivamente la parte en la que él y ella se conocen y se enamoran. De hecho lo hacen tanto que suelen hacerlos enamorarse desde el primer encuentro, y luego ya todo son besos y caricias y amor y felicidad.

Pero, ¿qué tiene de romántico el amor a primera vista? Para mí nada. Eso no es amor, es en todo caso atracción, y si tiene lugar en un par de minutos, basada en el físico en exclusiva. Ni siquiera es que intuyas una forma de ser atrayente, o que la conversación de la otra persona te haya dado pie a imaginar o fantasear cómo podría ser. Es simplemente que uno y otra se encuentran apetecibles físicamente y por eso se quieren juntar.

Así pues, me parece genial que vendan esas historias si a la gente le gusta verlas, pero que no lo hagan como si nos ofreciesen algo romántico, porque no lo es. En la vida real eso son más bien rollos pasajeros, o aventuras veraniegas que pocas veces llegan a algo más serio, y ahí nos intentan hacer creer que de un "enamoramiento" tan superficial nacen hijos y las parejas comen perdices, y eso es mentira; el amor no es esa mierda que en esas películas sólo entra por los ojos.

domingo, 23 de mayo de 2010

A night out with...

The old wooden terraces creaked when the people took seat. The hustle and bustle faded until they became whispers in the dark theatre. That theatre, it was the most important in the city. The bigger all around. But it didn't matter. It wasn't big enough for that actor when he appeared into the scene.

The orchestra and the sopranos were good, but he was the only one who was a true star. Anyway, it has to be hard to work with such a professional and not to get nervous, so even if he was the one who shined the most, they all are praiseworthy.

The round of applause lasted at least five minutes. The first time I saw him will be engraved in my mind forever.

sábado, 22 de mayo de 2010

El secreto de los silencios

"Ése que habla tanto está completamente hueco, ya sabes que el cántaro vacío es el que más suena".

Rabindranath Tagore

Simplemente y sin prisa

A veces la gente lleva demasiada prisa en eso del amor. Eso, además, cuando no llama amor a cualquier cosa que ni se le parece. Da la sensación de que conocer a alguien del sexo opuesto (o supongo que del mismo en el caso de los gays y las lesbianas) es, para muchos, una puerta a cualquier otra cosa que, además, suelen querer abrir demasiado deprisa.

Con todo eso se olvidan de la base, y así luego salen las cosas como salen. El amor, o una relación, no puede basarse en una mera atracción nacida en los primeros encuentros. Ésa está bien para entretenerse un rato y divertirse con la tontería que le entra a uno cuando ve al otro, pero puede durar tanto como la mayonesa casera en verano. Algo más serio requiere unos cimientos más sólidos, y estos se construyen con la amistad.

Yo no concibo no empezar por ser amigos, pero me consta que muchos otros sí. Y como yo no lo entiendo, tampoco me entra en la cabeza que alguien piense en otras cosas a los dos días de conocer a otra persona, cuando el verbo conocer ahí tiene un significado tan restringido y en realidad no sabes nada del otro.

Además, otra cosa que tampoco entiendo, una vez superada la base, es que haya quien evalúa a todos sus amigos del otro sexo como posibles parejas. Vaya ganas de estropear las cosas y de vivir un poco menos tranquilos.

Hazlo tú mejor...

"Míralos, están ahí charlando. Tres hombres para poner una pegatina". Hace poco oía a una mujer quejarse porque, para ella, no son necesarias tres personas para dibujar una señal de ésas que te recuerdan que queda prohibido detenerse en esa zona de la calzada. Yo sé que, como mínimo, hacen falta dos, primero porque esa pegatina no se coloca sola de un extremo a otro sin torcerse, y segundo porque yo misma lo he hecho. Tres no son estrictamente necesarios, pero sí recomendables si además tienes mucha prisa. Y la gente se entiende hablando: cuando trabajas en equipo necesitas planificar, dar y recibir instrucciones.

Lo que hizo esa señora no es ni mucho menos una excepción. Cualquier cosa, cualquier trabajo, puede ser increíblemente fácil de hacer cuando lo está haciendo otro. Sin embargo la cosa cambia cuando uno se ve obligado a realizarlo. Entonces cualquier excusa sirve para justificar que nos salga peor que a quien criticábamos momentos antes. Y además de menospreciar el trabajo de los otros, se les juzga.

Aquel día iba escuchando música y pensando en mis cosas, y no me apeteció entrar en una discusión con aquella mujer para intentar sacarla de su error, pero no le habría ido mal esa frase que tanta polémica me creó en su día y que bien podría decir a todos esos prejuiciosos pretenciosos que se creen que las únicas cosas importantes son las que hacen ellos: hazlo tú mejor.

jueves, 20 de mayo de 2010

Compleja sencillez

Me gusta la gente sencilla que a la vez es compleja. Lo mejor de las personas suele ser conocerlas. Esos momentos en los que tienes mil y una dudas sobre el otro que vas resolviendo poco a poco con cada encuentro.

A algunas personas se las conoce pronto. Lo bueno apenas dura. En un par de semanas ya no sabes de qué hablarles, y sea así o no, tienes la sensación de que, por más veces que os veáis, no te van a decir nada nuevo ni capaz de interesarte demasiado. Tal vez dependa del grado de compatibilidad entre unos y otros, o del interés que cada uno le ponga.

A otras personas, sin embargo, no se las termina de conocer nunca. A veces frustra, porque se hace difícil confiar en alguien a quien no conoces del todo, y estar junto a una persona de la que no sabes si fiarte, por mucho que hayas pasado con ella, no termina de ser agradable. Pero por otra parte no terminas nunca de perder el interés. Cada día puedes descubrir algo nuevo y más apasionante de esa persona. Con ella no te quedas sin conversación ni se te terminan los temas, y no os veis obligados a aguantar la incomodidad de los silencios cuando son más largos de lo que uno espera.

Así pues, la gente compleja en su mundo interior se me antoja más interesante, pero también me gusta que sea sencilla. Sin mentiras, sin dobles sentidos, sin máscaras.

miércoles, 19 de mayo de 2010

All that you are

Repeating in my head...
Betrayal...
Repeating in my head...
Insecurities...
Repeating in my head...
Dividends...

It's not your fault...
The well of thought and trust has run dry...
Don't be afraid... to let go...
Don't be afraid... to start over when it's over...
Let go...
Let go...
Let go...
Let go...

Let go of feelings...
Let go of compromise...
Hollow trunk for shelter...
So dark and cold inside...
I always seem... to find myself alone...
Jaded shell of being... porous as a stone...

Calloused...!
Rigid...!
Empty...!
Because of you...!

Let go of trusting...
Lost thought for family...
Let go of living...
No more concerns of demise...
I never seem... to find rhythm for life's harmony...
Contorted, twisted, broken...
Without a reason...

Calloused...!
Rigid...!
Empty...!
Because of you...!

It's all me all you are...
Without me... there's nothing else...
There's no one...
Brainwash all you are...
Without me you're by yourself...
There's no one...

Hope is out of season...
Lost sight, no hint of light...
Get busy living... or get busy dying...

Calloused...!
Rigid...!
Empty...!
Because of you...!

It's all me all you are...
Without me... there's nothing else...
There's no one...
Brainwash all you are...
Without me you're by yourself...
There's no one...

Save me...
This loss...
Closure my... answer so grant it...
You owe me all that you are...
Without me... you're nothing...
You're no one...

Terrified...
Petrified...

Nothing...
You're no one...
Do you care because I don't...
Nothing...
You're no one...
Nobody cares so just go...
Nothing...
You're no one...
By yourself all alone...

It's all me all you are...
Without me... you're nothing else...
There's no one...
Brainwash... all you are...
Without me... you're by yourself...
There's no one...

Save me...
This loss...
Closure my... answer so grant it...
You owe me all that you are...
Without me... you're nothing...

Mudvayne, All that you are

martes, 18 de mayo de 2010

A contracorriente

A veces es difícil tomar decisiones y uno lo hace tratando de ser lo más fiel a sí mismo que puede. Aun de ese modo, el mundo no siempre está dispuesto, o tal vez preparado, para complacernos y dejarnos hacer las cosas a nuestra manera, y nos va poniendo trabas cada vez que intentamos ser nosotros mismos.

Según las leyes del aprendizaje, si uno observa que algo no funciona deja de hacerlo. Pero con eso no siempre pasa. Da igual cuántas veces te digan que algo no puede ser, que es imposible. Que debes amoldarte a lo establecido si quieres conseguir lo que quieres. Si todo eso va en contra de tus principios y de como tú eres, no lo haces. Sigues intentando no ser tú quien se tenga que acomodar a como cualquier otro ha decidido que debe ser todo, sino hacerle ver que hay más formas de hacer las cosas que las que él conoce. Aunque no le gusten o aunque le den miedo, porque a ti no te gustan las que hay y tú no dices nada.

La pena es que por cada persona que se mantiene fiel a sus ideas, hay un montón que no lo hace y que acepta cabizbaja y sin rechistar lo que le impongan. Algunos, sin ni siquiera cuestionarse por qué.

Lo cierto es que, a simple vista, es más fácil hacer eso que luchar a contracorriente. Sin embargo, a mí es no hacerlo lo que se me antoja imposible.

Con quién puedes contar

La gente habla con demasiada alegría de la amistad, pero no es lo mismo que alguien te caiga bien, o llevarte bien con alguien, que ser su amigo.

En general, con la gente con la que simplemente te llevas bien puedes contar cuando todo va genial y los dos estáis de buen humor. Sin embargo, cuando las cosas se ponen más feas, con quien puedes contar es con un amigo.

Él no está ahí sólo para echarse unas risas ni porque le diviertas. Está ahí porque te quiere, porque le importas, porque le interesas. Está ahí por ti, y lo está igual si hace bueno que si hace malo, si él está bien o si está mal, si tu tienes un buen día o uno horrible.

Por eso, para hacer amigos no sólo hace falta tener ganas. Puedes tener muchas y quedarte en el intento.

domingo, 16 de mayo de 2010

Entrañas

El eterno dilema se encuentra en si uno piensa y actúa con la cabeza o con el corazón. En realidad no siempre se sabe a ciencia cierta con qué se hacen las cosas, metafóricamente hablando y más allá de la ciencia y de la anatomía, claro está, pero al menos en mi caso, y creo que también en el de mucha gente, hay otra cosa que nos hace darnos cuenta de si algo nos importa o no. Algo que distingue si nuestro interés por algo en concreto es frío y calculado, simplemente porque lo necesitamos para nuestro beneficio, o realmente es sentido y nos importa de verdad. Ése algo son las entrañas.

¿Cuántas veces tratará uno de engañarse? De obligarse a creer que algo o alguien le da lo mismo. Pero cuando no es así, cuando algo o alguien te importa de veras, lo sientes en las entrañas. No te duelen la cabeza ni el corazón cuando lo tienes delante, sino las entrañas.

Cuando es algo positivo sientes esas benditas mariposas que tanto estorban cuando están presentes y tanto se echan de menos cuando faltan. Cuando es negativo, una punzada de dolor, o un vacío que parece atravesarte. Y al sentir alguna de esas cosas ya no puedes engañarte por más tiempo.

De la misma manera, también te das cuenta cuando no sientes nada. Cuando dudas cuánto te importa algo y lo tienes delante y sigues igual de tranquilo que cuando no estaba. Si no se te remueven las entrañas, es que no era nada.